La mayoría de los niños son unos apasionados del arte, ya que ven en dibujar una de sus actividades favoritas, sin embargo, en La Laguna una niña de tan sólo ocho años evolucionó en este hobby y se ha convertido en una de las tatuadoras más jóvenes de la región.
Se trata de Marión Caldera, una pequeña que a su corta edad ya sueña con convertirse en toda una tatuadora profesional y en recientes fechas logró realizar su primer trabajo.
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Pero esto no es fortuito, sino una muestra de la gran inspiración que representa para ella su padre, quien también se dedica al arte en la piel, lo cual a los cuatro años la motivó a empezar a plasmar su creatividad en papel, iniciando así el anhelo de llegar a convertirse en toda una artista, tanto de la pintura como de la tinta.
Por esta razón su papá se ofreció para que llevara a cabo lo que representa su primer tatuaje, el cual quedó plasmado en la pierna derecha del hombre, que ahora muestra con orgullo la obra de arte de su hija.
Con ocho años, Marión se encuentra desarrollando sus habilidades en dibujo, incluso con ayuda de la tecnología, aunque reconoció que se ve mayormente atraída por la técnica tradicional del trazado a mano en papel.
Mientras que su padre Alejandro, indicó que al principio no estaba muy convencido de que el sueño de su hija fuera factible, pero con el paso del tiempo y al ver la disciplina y dedicación que su hija muestra, lo hizo aceptarlo e incluso apoyarla en su objetivo de convertirse en tatuadora.
Fue a través de TikTok donde el orgulloso padre narró el proceso de este primer tatuaje, donde comenzó pidiéndole que hiciera un dibujo de los dos en su tableta, imprimió el diseño y luego lo pasó a la termocopiadora.
Después armó la mesa y preparó todos los instrumentos necesarios, se lavó las manos, se colocó guantes, le dio gel y líquido para stencil, luego colocó el diseño en su pierna, donde lo dejó secar para que no se borrara.
Alejandro señala que al ser un dibujo chico le pidió usar una línea 3 y aunque empezó un poco nerviosa por ser su primera vez, pronto agarró confianza y le pidió que no se moviera.
Al final agregó unas palabras, le puso plástico y le dio su golpecito de buena suerte, para pasar al incentivo económico, donde se ve a su padre pagando la cantidad de mil pesos por este emotivo tatuaje, por lo que literalmente arrancó con "la pierna derecha" su camino por el arte de la piel.
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