Al ser conductor de taxi o de algún servicio de transporte por aplicación, se recolectan infinidad de anécdotas, tanto de la experiencia al conducir como de las historias que los mismos pasajeros cuentan, por lo que no es de extrañar que quienes se dedican a este oficio tengan un sin fin de relatos que compartir, algunos más alegres que otros e incluso que hacen brotar lágrimas.
Tal es el caso del suceso que contó un conductor de Uber a través de TikTok, el cual tuvo lugar la mañana del lunes en Colima, cuando tuvo que realizar un viaje inesperado que lo hizo soltar el llanto.
El joven narra que aproximadamente a las 10:00 horas llegó a desayunar a una lonchería, donde pidió un café y una torta, pero se le olvidó apagar la aplicación y le entró una alerta, la cual no puede rechazar viajes por que la aplicación lo penaliza, por lo que pidió los alimentos para llevar.
Al llegar a la ubicación que le marcaba la app para recoger al pasajero, vio a una adulta mayor sentada en la banqueta con cinco bolsas negras, por lo que sólo esperó a que saliera su cliente, sin embargo, se percató de que la señora estaba llorando y se secaba la cara con un mandil que traía puesto. Mientras que de la ventana de la casa de dos pisos, sólo veía que alguien se asomaba pero no salía, hasta que le mandaron un mensaje.
"Me dice 'no voy a salir, vas a llevar a una persona que está aquí afuera, anda vestida así y así', estaba describiendo a la viejita pues, me dice 'la vas a llevar a la ubicación que te puse', entonces me bajo y me acerco a donde estaba la viejita sentada, le doy la mano y le digo 'hola señora, buenos días, la vengo a llevar a donde va', entonces voltea y me ve y empieza a llorar más", aseveró el conductor.
Ante el llanto de la mujer de entre 70 u 80 años, el joven le preguntó que sí se sentía bien, pero ella sólo se secaba las lágrimas con su mandil.
"Es que no me quiero ir, yo no más me hice pipí, dile a mi hija que yo no he hecho nada malo, si quiere yo lavo mi ropa, yo nada más me hice pipí, yo no hice nada malo", fue la respuesta de la anciana.
Bajó el vidrio y echó la bendición a la casa
El conductor subió las cosas de la adulta mayor a la cajuela y la ayudó a pararse, percatándose de que tenía la ropa mojada, por lo que le puso en el asiento una toalla que traía del gimnasio para que se sentara.
Ya arriba del carro y antes de partir, la señora bajó el vidrio y por la ventana le echó la bendición a la casa, luego dio inicio el viaje y le comenzó a contar lo ocurrido, resulta que su yerno se enojó por que se hizo pipí en la ropa, ya que es una persona grande y sufre de incontinencia.
"El yerno le empezó a gritar y le dijo 'ya no te soporto, ya no te quiero en mi casa, vete de aquí' y su hija no la defendió, 'pero ahora sí te voy a mandar a un lugar donde vas a estar a gusto pero yo voy a estar más a gusto sin ti' le dijo, mientras la hija no más se quedaba viendo y no decía nada, el yerno le gritaba que no servía para nada, que era un estorbo y una cochina por hacerse pipí en la ropa, pero la señora ya está enferma, ella tiene incontinencia", comentó el joven.
La abuelita se había levantado desde las 05:00 horas y como es costumbre, se puso a hacer el desayuno a sus nietas y el lonche a su yerno para que se llevara al trabajo, momento en el que pasó el incidente y se hizo pipí, por lo que cuando su yerno se dio cuenta le empezó a gritar groserías.
"Que pu70 ascos, ya me tienes cansado, lo único que me das es asco", le gritaba el hombre.
En ese momento bajó la hija de la mujer para ver lo que pasaba, ante lo cual el esposo comenzó a quejarse de la mujer, mientras que no decía nada y sólo se quedaba callada, sin defender a su madre.
No recordaron que era su cumpleaños
Entonces, narró que el yerno se puso a hacer llamadas hasta que voltea y le dice a la abuelita: "ya está, ya lo arreglé, te vas a ir a un lugar donde vas a estar muy feliz, pero yo voy a estar más feliz que tú", acto seguido empezó a echar las cosas de la adulta mayor en bolsas negras y ella sólo se le quedaba viendo sin saber qué estaba pasando, mientras que la hija se sentó y se puso a ver la tele, haciendo la que no escuchaba.
Después, cerca de las 09:00 horas el hombre tomó de la mano a la señora y la llevó hasta la banqueta, diciéndole que se sentara y que ahorita irían por ella, sin embargo, el joven narra que la alerta le llegó ya hasta las 10 de la mañana.
"Me dice la viejita 'mi hija no era así, pero como ya vendí todas mis propiedades y les repartí el dinero a mis hijos de una vez, desde entonces cambió mi hija y la verdad que la desconozco, con decirte que yo hice el desayuno y ni siquiera me ofrecieron de desayunar y ando en ayunas', me acordé que yo traía mi tortita y se la dí", dijo el conductor.
Al llegar al destino, el conductor se dio cuenta de que era un asilo, hecho que le partió el corazón, pues ya la estaban esperando.
"Pues muchas gracias muchacho por escucharme y por la torta, ni siquiera se acordaron que hoy era mi cumpleaños", le dijo la mujer al despedirse.
El conductor finalizó diciendo que el consuelo que le queda es que en ese lugar ya no la van a estar haciendo sufrir y pidió a los usuarios de la red social de videos no ser malagradecidos, ya que todos vamos a llegar a viejos.
GERR