El Juzgado Penal número 9 de Barcelona condenó a Kanghua Ren, conocido como el youtuber ReSet, a 15 meses de prisión por un delito contra la integridad moral, por humillar a un mendigo al ofrecerle galletas Oreo rellenas de dentífrico, grabarlo en video y difundirlo por YouTube.
Además de la pena de prisión, que no cumplirá al carecer de antecedentes, la juez le obliga a indemnizar con 20 mil euros (unos 438 mil pesos) a la víctima por los daños morales causados, además de cerrar su canal de YouTube durante cinco años y no poder crear otro.
La sentencia remarca que en diciembre de 2014 el condenado creó su propio canal en la plataforma y que empezó a compartir videos para hacer de la red social "un medio de vida con la obtención de cuantiosos ingresos derivados de la publicidad que se inserta en el mismo por la empresa" que la administra y que lo calcula en función del número de seguidores y de visualizaciones.
La juez detalla que era considerado influencer por los 1.1 millones de suscriptores y más de 125 millones de visualizaciones que tenía. Además indica que su forma de conseguir más vistas era con retos que le proponían sus seguidores y uno de ellos fue el de rellenar las galletas con pasta dentífrica y dárselas a una persona en la calle.
La sentencia indica que fue el propio condenado, en enero de 2017, quien "para captar de forma más efectiva la atención morbosa de sus seguidores con el correlativo y apetitoso incremento de ingresos que ello le comportaría decidió focalizarlo en las personas sin hogar, aprovechándose además para su ejecución de la gran vulnerabilidad derivada de su extrema pobreza y exclusión social".
De esta forma encontró a la víctima, de nacionalidad rumana, en la calle y le entregó 20 euros (438 pesos) y las galletas, además de grabarlo mientras lo hacía con comentarios irónicos como:
"Esto le ayudará a limpiarse los dientes pues creo yo que no se los lava desde hace un par de días, o desde que se volvió pobre".
La víctima sufrió problemas estomacales con vómitos tras comerlas.
El condenado contactó en los días siguientes con la víctima realizando más videos y preguntándole con "sorna" cómo le habían sentado las golosinas.
Tras la repercusión de los videos, que tuvieron muchos comentarios negativos y quejas, el youtuber los borró y acudió con un saco de dormir y una cámara a ver al mendigo al que le ofreció 300 euros (unos 6 mil 500 pesos) si no denunciaba. Su intención era pasar la noche con él, filmarlo y así congraciarse con sus seguidores. Fue en esa ocasión cuando lo interceptó la Guardia Urbana.
La sentencia detalla que en 2016, el condenado había grabado otros videos "de naturaleza vejatoria contra personas indefensas y vulnerables" como tratando de dar un bocadillo con excrementos de gato a un anciano que lo rechazó y también a un menor.
La juez detalla que por la difusión de los videos de enero a marzo de 2017 recibió de la empresa adminstradora de YouTube más de 2 mil 300 euros (poco más de 50 mil pesos).
CJR