A principios del Año Nuevo Lunar chino, un buque de carga con 214 autobuses eléctricos puros cruzó el Pacífico desde China para llegar a Chile. Estos autobuses comenzarán a prestar servicios de transporte a los residentes locales a finales de febrero.
Se trata de un pedido entregado por el fabricante chino de autobuses Yutong Bus a su cliente chileno. Estos vehículos están equipados para satisfacer las necesidades de transporte de las personas que se desplazan entre las principales zonas urbanas y los pueblos de los alrededores de Santiago, la capital.
Tras un auge de la demanda en el extranjero, las exportaciones de automóviles de China han experimentado un crecimiento explosivo en los últimos años gracias a la creciente popularidad de los vehículos de energía renovable, ahora que las automotrices del país, tanto las tradicionales como las recién llegadas, han logrado entrar en los mercados extranjeros.
América Latina, un mercado virgen en el que los fabricantes de automóviles han invertido mucho, parece tener un gran potencial de mercado a pesar de su inicio relativamente tardío. En los cinco primeros meses del año pasado, las exportaciones chinas de vehículos de nueva energía a América Latina tuvieron un aumento interanual de 26.5 % y llegaron a 337 000 vehículos. Los automóviles de marca china se han convertido en una presencia conocida en los caminos de países como Chile y México.
El pasado mes de enero, el fabricante chino de vehículos de nuevas energías BYD presentó en México (el segundo mayor mercado de exportación de automóviles de China) su modelo híbrido Song PLUS, cuya autonomía total ha superado los mil kilómetros.
Geely Auto Group, otro fabricante chino, estableció en México su primera filial regional latinoamericana el pasado noviembre y tiene previsto lanzar cinco nuevos modelos en el plazo de un año.
El panorama de las exportaciones chinas de automóviles hoy evoluciona más allá de las meras ventas y se expande a la manufactura y el mantenimiento.
Cada vez hay más automotrices chinas que invierten en la creación de plantas en América Latina. Chery Automobile anunció en febrero que invertirá 400 millones de dólares en la construcción de una planta en Argentina, con planes para producir cien mil vehículos al año. Otras marcas chinas, como Great Wall Motor, también están a punto de abrir fábricas en países como Chile y Brasil.
Zhang Yongwei, vicepresidente de China EV100, un grupo de expertos dedicado a la discusión en torno a la industria de los vehículos eléctricos, afirmó que las exportaciones chinas de vehículos de nueva energía mantienen un buen ritmo de crecimiento, al tiempo que aceleran su paso del comercio a la diversificación en cooperación técnica y a la inversión en fábricas en el extranjero. Hoy, las automotrices chinas también priorizan la mejora de los servicios de recarga y las ofertas financieras.
A principios de 2023, la sucursal de BYD en México se asoció con el grupo bancario multinacional Santander para ofrecer planes de crédito automotriz a los concesionarios y clientes locales. Además, BYD cooperó hace poco con Raízen Power, la compañía energética brasileña de Shell, para abrir centros de recarga en ocho ciudades de Brasil durante los próximos tres años.
Con cada vez más tecnologías nuevas en funcionamiento, como la tecnología inteligente, la digitalización y el internet de las cosas, se espera que los vehículos de nueva energía de China sean más competitivos y tengan más espacio para crecer en los mercados extranjeros, afirmó Sun Chao, vicedecano del Instituto de Investigación Automovilística de Shenzhen, subordinado al Instituto de Tecnología de Beijing.