Funcionarios y expertos paquistaníes afirmaron el pasado viernes que el proceso de transformación económica de China tiene un impacto mundial, y a lo largo de los años, el país no sólo ha erradicado la pobreza de millones de personas, sino que también ha abierto vastas oportunidades para el comercio y la inversión internacionales.
Durante su intervención en un acto titulado "Oportunidades globales en la ampliación de las reformas de China en la nueva era", el coordinador de los proyectos de desarrollo del Gobierno de Pakistán, Asim Khan, afirmó que China ha atravesado por un notable proceso de reforma económica, el cual ha transformado al país en una potencia mundial.
Añadió que las reformas de China no sólo han sacado a millones de personas de la pobreza, sino que también han creado oportunidades sin precedentes para el comercio mundial, la inversión y la cooperación.
La creciente influencia de China en los asuntos internacionales es innegable y sus contribuciones a la normatividad mundial, el cambio climático y el financiamiento del desarrollo han sido notables; además, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, en particular, tiene potencial para remodelar el desarrollo regional y la conectividad, añadió.
"Desde la perspectiva de Pakistán, consideramos que la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China, cambia las reglas del juego, y el Corredor Económico China-Pakistán, un proyecto piloto de la Iniciativa, ha transformado el perfil de Pakistán, que ha pasado de ser percibido como un refugio seguro para el terrorismo a un destino atractivo para la inversión tanto china como mundial", señaló.
Confió en que Pakistán atraiga más inversión mediante la reubicación de industrias chinas en su territorio, en vista de que existen enormes oportunidades para que ambos países amplíen sus lazos económicos.
En su discurso, Khalid Taimur Akram, director ejecutivo del Centro de Investigaciones de Pakistán para una Comunidad con Futuro Compartido en Islamabad, comentó que China ha sido un motor del crecimiento mundial durante décadas, y será un actor clave en el desarrollo internacional en los próximos años.
El constante progreso económico de China y su considerable potencial en el comercio y la inversión son aspectos positivos importantes no sólo para la economía mundial actual, sino también para el futuro, añadió.
"Las reformas de China dan forma constantemente a nuevos impulsos y nuevas ventajas para el desarrollo, promueven un nuevo salto en la productividad y sostienen un crecimiento continuo y óptimo de su economía, con lo cual ofrecen nuevas oportunidades a países de todo el mundo, en particular al férreo amigo que es Pakistán", afirmó el experto.
Durante su intervención en el evento, Liaqat Ali Khan, responsable de políticas del Centro de Excelencia para el Corredor Económico China-Pakistán, del Ministerio de Planificación, Desarrollo e Iniciativas Especiales del país, afirmó que Pakistán puede beneficiarse de la segunda fase del Corredor, ya que brinda al país la oportunidad de atraer a las industrias de mano de obra intensiva y de ingeniería ligera que se están en reubicación por el proceso de reforma en China.
Agregó que los países participantes en la Iniciativa de la Franja y la Ruta deberían aprender a entender las políticas de reforma de China que conducen a la transformación económica del país desde las regiones costeras hacia el interior y las zonas occidentales para garantizar un desarrollo equilibrado en todo el país.
Lanzado en 2013, el Corredor Económico China-Pakistán es un proyecto que une el puerto de Gwadar, en la provincia paquistaní de Baluchistán, en el suroeste del país, con Kashgar, en la región autónoma china de Xinjiang Uygur, al noroeste de China. En su primera fase, el corredor se enfoca en la cooperación en materia de energía, transporte e industria, mientras que en la nueva fase se amplía a los ámbitos de la agricultura y los medios de subsistencia, entre otros.
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