La segunda mayor economía del mundo envió una clara señal de que ha mejorado sus políticas a favor del crecimiento y la apertura, con lo que ofreció un muy necesario consuelo a un mundo turbulento y un crecimiento raquítico.
Según la Conferencia Central de Trabajo Económico, en la que se establecieron las prioridades para el trabajo económico en 2025, China adoptará una política fiscal más proactiva y una política monetaria moderadamente laxa.
Se trata de la primera transición de “prudente” a “moderadamente laxa” en la postura monetaria de China en más de una década; además, el compromiso de un mayor apoyo a la política fiscal incluye planes para ampliar el déficit fiscal, aumentar el gasto fiscal y emitir más bonos.
Las políticas económicas de China se desarrollan dentro de un panorama general de crecimiento mundial que aún muestra una “expansión contenida”, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) de octubre de 2024.
Según las proyecciones del organismo, se espera que el crecimiento mundial se mantenga estable pero modesto, ya que la balanza de riesgos se inclina hacia la baja y advierte sobre posibles brotes de tensiones geopolíticas, erupciones repentinas de volatilidad en los mercados financieros, una continua fragmentación geoeconómica, así como interrupciones en el proceso de desinflación que podrían impedir a los bancos centrales relajar la política monetaria.
Según los observadores, el giro político de China tuvo en cuenta la necesidad actual tanto de crecimiento económico como de reformas estructurales de largo plazo, ya que una serie de decisiones políticas que se tomaron esta semana van más allá del gasto fiscal y la relajación monetaria.
Por ejemplo, la máxima prioridad al establecer las políticas para 2025 fue la expansión de la demanda interna, a diferencia de 2024, que fue la construcción de un sistema industrial moderno.
En la reunión celebrada para establecer las políticas, se hizo hincapié en la necesidad de expandir de forma integral la demanda interna. Además, hubo explicaciones bastante detalladas sobre la mejora de la capacidad, voluntad y los niveles de consumo, incluidos el aumento de los ingresos y la reducción de la carga para los grupos de ingresos medios y bajos, el aumento de las pensiones y más subsidios gubernamentales para el seguro médico que cubra a residentes tanto urbanos como rurales.
Según los analistas, este cambio en el orden de prioridades está bien justificado, ya que una demanda más fuerte contribuirá a reequilibrar la economía china y tendrá múltiples efectos positivos, al servir como un motor y estabilizador del crecimiento económico, un catalizador de las importaciones y un impulso a los atractivos para invertir en el país.
Otra decisión política alentadora tiene que ver con una serie de medidas destinadas a impulsar la innovación tecnológica: por ejemplo, el lanzamiento de una iniciativa AI Plus de inteligencia artificial, el fomento a las industrias del futuro y el uso de tecnologías digitales y ecológicas para transformar y modernizar las industrias tradicionales.
El Asia emergente, un término que hace referencia a China, la India, Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia y Vietnam, figura como uno de los “elementos rescatables” en el panorama económico mundial, ya que el crecimiento impulsado por inteligencia artificial en esta región está dando un empuje significativo a las perspectivas económicas mundiales, según las previsiones del FMI.
Hoy China trata de integrar las tecnologías de la inteligencia artificial en sectores como la manufactura y los servicios, con la esperanza de aumentar la eficiencia y productividad, lo que contribuirá a la trayectoria de crecimiento regional y mundial.
En la reunión se reafirmó como prioridad la ampliación de la apertura de alto nivel y la estabilización del comercio exterior y de la inversión, al tiempo que se hizo hincapié en la apertura voluntaria, unilateral y mediante mejores acuerdos institucionales y de otros tipos.
Esta postura política refleja el persistente compromiso de China con la apertura y el crecimiento integrador, pues ofrece esperanza a un mundo que lucha contra el creciente proteccionismo, los problemas arancelarios y las interrupciones en la cadena de suministro.
En concreto, el comercio de servicios, el ecológico y el digital son los ámbitos a los que se destinará el apoyo político, y las reformas institucionales son inminentes, para que así puedan impulsar la inversión extranjera. También se prevé una mayor apertura del sector servicios.
En cuanto a la ampliación de los programas piloto en telecomunicaciones, salud, educación y otros sectores, la interpretación política de los expertos nacionales se centró principalmente en los objetivos de alinearse con las normas económicas internacionales de alto nivel, compartir las oportunidades de crecimiento de China y fomentar la confianza de las empresas con inversión extranjera.
Para una economía tan grande y diversa como la china, siempre es importante prevenir y mitigar los riesgos en áreas clave. En la reunión se resaltó la necesidad de estabilizar el mercado inmobiliario, liberar por completo el potencial de la demanda de viviendas robustas y mejoradas, y gestionar con prudencia los riesgos de las pequeñas y medianas instituciones financieras locales.
Según la transcripción de la reunión, los funcionarios responsables hicieron un análisis de las debilidades y fortalezas de la economía china y reconocieron que una serie de políticas incrementales aplicadas a finales de septiembre impulsaron con eficacia la confianza social y dieron un giro notable a la economía.
La trayectoria de crecimiento de China en 2024 es desigual pero resistente, con un comienzo fuerte seguido de una creciente presión a la baja hacia mediados de año y luego un repunte en el último trimestre. Gracias a todo tipo de esfuerzos, China está bien situada para cumplir con el objetivo de crecimiento para todo el año, en torno a 5 %.
Ahora, con una lista de pendientes bien definida, China, que contribuye en casi 30 % al crecimiento económico mundial, estará mejor preparada para seguir adelante, llueva, truene o relampaguee.
RRR