La tecnología china de vehículos eléctricos no es una amenaza ni un peligro, sino una oportunidad de desarrollo, afirmó el ministro húngaro de Economía Nacional, Marton Nagy, en entrevista reciente para Xinhua.
“Es muy importante que Europa vea que la tecnología china (de vehículos eléctricos) no es una amenaza, ni un peligro”, dijo Nagy. “Es una oportunidad para el desarrollo tecnológico”, añadió.
En cuanto a los vehículos eléctricos chinos, el enfoque más constructivo es reforzar la cooperación con China en lugar de imponer aranceles punitivos, pues “ése sería el peor camino”. El diálogo y la cooperación son las mejores soluciones, señaló el ministro húngaro.
Nagy instó a la Unión Europea, e incluso a Estados Unidos, a invertir más en investigación y desarrollo, así como a fomentar una competencia sana con China, algo que en última instancia beneficiaría a todos.
“Yo creo que las empresas automotrices chinas han tenido mucho éxito”, declaró, y añadió que algunas de ellas ya tienen planes de localizar la producción en Europa.
Nagy afirmó que, para los consumidores, los vehículos eléctricos son cada vez más baratos, el costo de las baterías va a en descenso y la autonomía de conducción va en ascenso, y éstos son resultados muy positivos.
Europa debe acelerar la transición ecológica de su industria automotriz, lo que también contribuirá a mejorar la competitividad de la Unión Europea, dijo Nagy.
“Tenemos que construir más redes de recarga para disponer de infraestructura, y ésta es una estrategia real para impulsar toda la industria automotriz hacia una nueva era, la de la transición ecológica”, afirmó.
Nagy señaló también que el gobierno húngaro favorece la apertura económica y la conectividad.
“Considero que, cuando las empresas chinas entren en el mercado de la Unión Europea, todas las partes se beneficiarán, y Hungría servirá de puerta de entrada gracias a su clima favorable para la inversión, estabilidad política, firme apoyo a inversionistas y mano de obra altamente calificada”, concluyó.
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