Desde temprana edad se deben adquirir buenos hábitos alimenticios, mismos que pueden condicionar la salud en edad adulta, hay que saber elegir los alimentos a ingerir y en qué cantidades, además de tener presente los factores de riesgo que se pueden relacionar con la misma alimentación.
Ivonne de Santiago Zamarripa, licenciada en Nutrición, comenta que en ocasiones los niños pueden rechazar los alimentos, a ello se debe de considerar el concepto de “neofobia”, el cual se refiere a la dificultad de probar un nuevo alimento y puede suceder a cualquier edad.
“Es importante insistir de 8 a 15 veces el mismo alimento pero diferente presentación, entonces si el niño rechaza o no consume ciertos alimentos es porque no está acostumbrado a él y nunca va hacerlo si no somos firmes”.
Ante esta situación, la nutrióloga comparte ideas para que padres de familia lleven a cabo y con ello generen una mejor alimentación en los niños:
Enseña a los niños a disfrutar de la comida. Para ello es importante que los pequeños participen en la preparación de cada plato y de los rituales de poner y quitar la mesa.
Presenta los platos de forma especial. Con muy poco esfuerzo y un poco de creatividad puedes presentar los platos con formas divertidas, la combinación de colores es otra de las claves. Con platos atractivos, los niños se animarán a probar nuevos sabores.
Da ejemplo. Es muy importante que nosotros, los padres, demos ejemplo. Debemos comer de todo y hacer ejercicio, para que los niños también lo hagan. Somos nosotros quienes debemos inculcarles el gusto por probar nuevos alimentos y sabores.
Nunca hay que utilizar la comida como premio o castigo. El niño debe relacionar la hora de comer con un momento agradable del día. No hay que usar la comida como moneda de cambio.
Crea buenos hábitos alimenticios. Procura comer comida casera cada día, que los niños no se salten ninguna comida, comer sano.
Evita que pique entre horas. Es muy importante que los niños tomen tentempiés sanos y ligeros y que no coman “chucherias” entre las comidas.