La innovación científica es una de las habilidades que las instituciones buscan implementar para brindar a los niños y adolescentes de estrategias que los ayuden a enfrentar los problemas, sean los propios como los del mundo, de modo que puedan encontrar soluciones que sea beneficiosas para la mayoría de las personas.
Una de las actividades que ayudan mucho en esto es la creación de proyectos a través de ferias de ciencia, por ello los estudiantes de primaria y secundaria del Colegio Cervantes se unieron a la competencia, quienes este año ganaron la categoría regional con un primer lugar en su respectiva categoría de escuelas privadas de la Feria de Ciencias y Creatividad del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (COECYT).
Romina Ceniceros Godoy, estudiante de sexto año, comenta que el proyecto de Reciclaje del PET fue pensado debido a que, en conjunto con su equipo, descubrieron que este es un contaminante muy usado en el planeta, el cual no solo implica al aumento de basura, sino que hay animales que mueren por el consumo del mismo y que se desintegran en tiempos muy prolongados.
“Por ello es que empezamos a ver de qué manera podíamos ayudar. Primero lo recolectamos, luego lavamos y desinfectamos; recortamos y desintegramos el PET, investigando cómo hacerlo sin provocar más contaminación y evitando que los líquidos tóxicos nos llegaran, pues la respiración de los mismos puede causar cáncer. Usamos moldes con el plástico ya derretido para hacer portavasos, plaquitas de perro o llaveros” indica.
Indica que se sienten muy felices de su trabajo con el resultado obtenido, pues no solo fueron el primer lugar regional, sino también estatal, lo que implica que su trabajo fue reconocido y espera seguir formando más ideas en las que pueda ayudar a su comunidad y al planeta.
Por su parte, Natalia Gámez Echeverría, alumna de secundaria en el colegio, participó junto con otro estudiante con el proyecto “Degradación del tecnopor por los aceites del limoneno”, indicó que su proyecto fue pensando para reducir la contaminación que deja este material, encontrado en los trastes desechables de unicel, el cual es hecho de derivados del petróleo.
“Vi que en México se producen más de 350,000 toneladas de este producto al año y que menos del 1% se recicla, teniendo su degradación después de cientos de años, por eso diseñamos este proyecto a partir de un componente biológico, probando la condesación y destilación para poder sacar más producto, degradar el menor tiempo posible”, declara.
Considera que se siente orgullosa de ver los frutos de su proyecto culminados en este galardón, pues es algo que incluso le ha costado ganar, pues desde hace tres años participa en este concurso, además de encontrar una solución a un problema tan relevante.
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Igor Rodriguez López, responsable del área de Ciencias y asesor de ambos equipos, menciona sentirse orgulloso con los resultados, pues desde hace tres años participan en este evento, buscando trasladar de la teoría a la práctica en el área de Laboratorio, inculcándoles la investigación desde jóvenes, participando en ferias estatales y nacionales desde primaria y secundaria, hasta internacionales en el caso de preparatoria.
“Lo que intentamos es plasmar lo aprendido en aula al campo real, para que sepan hacer todo de manera práctica. Los niños investigan y proponen sus proyectos, los mejores los elegimos para que se unan al club de ciencias para desarrollarlos y llevarlos, tanto a la Feria de Ciencias del Cervantes, hasta la Feria de Ciencias y Creatividad del COECYT”.