El castigo es una acción muy fuerte que no debería de usarse en los niños, es por ello que en noviembre de 2019 el Senado de México aprobó la prohibición del castigo corporal a las niñas y niños del país como método disciplinario o correctivo.
Norma Leticia Liu Aguirre, psicóloga con maestría en educación, menciona que es una sanción mal implementada por parte de los adultos y que muchos lo usan como medida disciplinaria.
“La sanción o el castigo mal implementado tiene más repercusiones, podemos tener adultos ansiosos, estresados, frustrados, hastiados, cansados en muchas situaciones, que cuando los niños tienen alguna conducta, un comportamiento o una acción que no va acorde con las expectativas de ellos (adultos), entonces aplican la sanción”.
Hoy en día no es solo el castigo físico o verbal, ahora también existe lo conductual, en las actividades, que la tendencia de los padres hacia los niños es quitarles el celular o la tablet.
Los niños al recibir un castigo, comenta Liu Aguirre, sienten diferentes emociones que van desde el miedo hasta el enojo.
“Tiene que ver mucho la personalidad de los niños, hay pequeños que pueden sentir temor, miedo, depresión; se ha incrementado mucho el índice de niños con colitis y gastritis por ansiedad y estrés por emociones mal manejadas, el niño puede sentir rabia, enojo, ira, desesperación, que lleva a veces a conductas que muchas veces tampoco son nada agradables o positivas”.
Los padres con su actitud de querer demostrar autoridad y desahogar sus emociones con la persona más indefensa, le hacen un daño al niño que se puede ver reflejado cuando el infante acude a la escuela.
“El niño cuando tiene problemas en casa de ser castigado, en la escuela podemos tener dos rubros: un niño muy triste, deprimido, introvertido, apático o la parte del niño tremendo, terremoto, el que trata de llamar la atención, el que siempre lo están castigando incluso los maestros en la escuela, entonces hay niños que se acostumbran al castigo y hay niños que pueden tener sanciones y su personalidad es tan vulnerable que hace que ellos tengan miedos y temores y que lleguen a los casos de la depresión”, declara la psicóloga.
Con datos de la UNICEF, según 1.100 millones de cuidadores, el castigo físico es una forma necesaria de disciplina, a lo que Norma Liu está en desacuerdo y que se debe cambiar por una disciplina positiva.
“No castigarlos físicamente pienso que es bueno, uno no los debe de golpear, a lo mejor habrá personas que digan ‘una nalgada a tiempo es mejor que una a destiempo´ pero la agresión física nunca es buena, hay que utilizar la disciplina positiva para que los niños puedan tener verdaderamente cambios conductuales”.
A los padres que solo sancionan o castigan y no hablan con los niños acerca de qué está pasando, la psicóloga les recomienda que tengan comunicación y así evitar los castigos.
“Aplicar la disciplina positiva, hacerles entender que el niño es importante, que sepa que debe de haber respeto, comunicación, pero también debe de saber que tiene obligaciones, que tiene responsabilidades y que él también tiene que respetar los espacios personales de la gente”.