Yacet Tai Martínez Alba y Daniela Pamela Manzanera Ramírez son dos mujeres que se dedican a la búsqueda de que las empresas y jóvenes laguneros aprendan Lengua de Señas Mexicana, idioma que las personas sordomudas en el país usan para comunicarse entre ellos y aquellas personas que conocen el idioma.
Yacet, quien es sorda desde los tres años de edad, comenta que estos proyectos iniciaron desde que enseñaban señas, pues para ella es muy importante la independencia con la que puede contar sin la necesidad de un intérprete, pues hay lugares y temas de los que quiere hablar sin la necesidad de que haya un tercero interpretando las señas con las que se comunica.
También le es muy importante que se pueda ver en sus actividades a una persona sorda y a otra oyente, pues así se quita el estigma de que trabajar con una persona con discapacidad auditiva es difícil, pues aprendiendo el idioma no hay barreras para poder convivir con ellos.
Comenta Daniela que hay muchos mitos acerca de aprender Lengua de Señas, como que solamente lo aprenden los que se quieren dedicar a ser intérpretes o aquellas personas que sus padres o un familiar cercano es sordo, cuando en realidad no es necesario. Ella, por ejemplo, no tiene familiares sordos, ni contaba con amigos que tuviesen esta discapacidad, pero decidió aprender el idioma y menciona es para todos.
Declara que de hecho decide aprenderlo gracias a una experiencia que tuvo en una estética donde no pudo comunicarse con la persona que la atendía por ser sorda y eso le causó una incomodidad con la que no pudo seguir, ya que ella había estudiado Idiomas y Relaciones Públicas en la universidad. “Pensar que me podía comunicar con distintas personas alrededor del mundo y que no pude hablar con ella porque no sabía señas fue algo que no me gustó”.
La necesidad de la inclusión es el mayor beneficio que tiene el aprender Lengua de Señas Mexicana, sin embargo, también comenta Manzanera que ha percibido cambios en su vista, ya que desarrolla de mejor manera la vista periférica, al igual que se dice que hay menores riesgos de tener artritis, además se desarrollan los dos hemisferios del cerebro como en todo idioma.
Señala que hay buzos que aprenden Lengua de Señas para comunicarse bajo el agua, además de que en Estados Unidos es muy común que los niños con Síndrome de Down aprendan primero este idioma, pues les es más sencillo que la lengua materna. Así que la Lengua de Señas es un dialecto abierto para todo aquel que busque aprenderlo.
Una de las cosas por las que Yacet Tai incentiva a los demás a aprender es para que experimenten lo difícil que es para las personas sordas la comunicación para cuestiones cotidianas como el hacer trámites, salir a divertirse o al médico. También Daniela comenta que es necesario normalizar la Lengua de Señas como un idioma de cualquier nacionalidad.
El sueño de Martínez Alba es que haya más personas que puedan comunicarse con ellas sin la necesidad de un intérprete. Recomiendan hacer cursos o talleres para aprender y ser personas más incluyentes. Y Manzanera Ramírez aconseja que las personas no tengan miedo de aprender este idioma, ya que es como cualquier otro y este puede abrirte a conocer increíbles personas.
Formando parte del grupo de teatro “Miradas y Señas” e Idiomas en Silencio, ambas buscan dar talleres y diplomados para que haya gente que se puedan comunicar con personas que cuentan con una discapacidad auditiva y para hacer que más personas, como dice su dicho, no hablen hasta por los codos, hablen hasta por las manos.