Debido al confinamiento y a que la pandemia aún no ha terminado, pese a que las escuelas volvieron a clases híbridas y se encuentran cuidando a que los menores y adolescentes sigan las medidas de salubridad, una de las deficiencias más grandes que encuentran las escuelas actualmente es la poca afluencia a las actividades extraescolares.
Estas actividades regularmente tienen que ver con el área artística o deportiva y ayuda en gran medida al menor y al adolescente a mejorar habilidades mentales, de sociabilidad y al fomento de valores como la disciplina, el compañerismo y la solidaridad.
Sin embargo, la pandemia ha hecho que los padres de familia le teman a las aglomeraciones, haciendo que estas actividades sean difíciles de implementar en los estudiantes. La Hermana María Isabel García Altamira, superiora general en la Academia Villa de Matel, comenta que este problema ha permeado también en la institución.
“Hay un cierto temor, más que en los alumnos, en los padres de familia. Los muchachos sí quieren ir a los talleres que se han impartido, pero hay rezago”, declarando que incluso los que ya se inscribieron en estas actividades hay problemas de concentración, sin embargo poco a poco se ha ido mejorando y espera así sea en un futuro.
Hablando de las bajas que se han tenido en la institución, García Altamira declara que la participación en estas actividades ha sido considerablemente baja. Estima que los talleres han tenido una deserción que se encuentra entre el 30 y 40%, tanto deportivos como culturales. “Yo he notado que los niños y los muchachos están deseosos de estar, pero son los padres los que tienen miedo”.
- Te recomendamos La UA de C presenta su Primer Informe de Actividades Aula
Por ello, buscan estrategias para brindar seguridad a los padres de familia ante la situación y que poco a poco haya un aumento en la toma de estas actividades.