Dormir es uno de los placeres de todo ser humano, durante la etapa infantil esta acción toma una gran relevancia en la salud de los niños y se tienen importantes efectos en el adecuado crecimiento y desarrollo de los pequeños.
Armando Chavarría Jaik, médico pediatra con subespecialidad en medicina crítica pediátrica menciona que los niños que duermen bien son menos propensos a irritarse.
“El sueño promueve el sentirse alerta, tener buena memoria y comportarse mejor. Los niños que duermen lo suficiente funcionan mejor y son menos propensos a problemas de comportamiento e irritabilidad. Por eso es importante que los padres ayuden a sus niños a desarrollar buenos hábitos de dormir desde una edad temprana”.
Las horas que deben dormir los niños varía dependiendo de su ciclo vital y las propias características del infante, aunque el médico recomienda a los que se encuentran en etapa escolar el dormir entre 10 y 13 horas (y de preferencia dormirse a las 8 de la noche), esto con la finalidad de que el pequeño pueda continuar con un buen crecimiento y desarrollo abarcando todas las fases del aprendizaje.
Chavarría Jaik sugiere que se adopte una rutina nocturna de tener una hora fija para irse a la cama todas las noches, “hacer que la hora de acostarse sea una experiencia positiva y relajante sin televisión ni juegos de video”.
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Padres de familia deben priorizar y buscar que los niños duerman lo suficiente ya que eso beneficiará a los pequeños con horas de actividad productiva y un derroche de energía y creatividad; en contraparte si eso no se cumple les traerá problemas, incluido el académico, según menciona Chavarría.
“Los problemas del sueño o malos hábitos de sueño en los niños, tendrán un impacto negativo en el desarrollo infantil, referido al comportamiento, al rendimiento académico y el crecimiento. Sin duda que también esto afectara la dinámica y la calidad de vida familiar”.
Recomendaciones para que los niños cumplan sus horas de sueño:
- Una merienda liviana.
- Tomarse un baño.
- Ropa cómoda.
- Cepillarse los dientes.
- Leer un cuento.
- Una habitación silenciosa y de temperatura agradable, sin televisión.
- Poner el niño en la cama, despedirse y marcharse de la habitación.