El juego como parte del desarrollo infantil

Adquirir habilidades como expresar sus sentimientos se puede lograr a través de actividades de entretenimiento con las que además los pequeños aprenden a socializar.

El juego hace que la educación se vuelve más fácil y dinámica. (freepik.es)
Claudia Luévano
Torreón, Coahuila /

El juego es una actividad fundamental en el desarrollo de los niños el cual les permite explorar el mundo que los rodea, experimentar y aprender nuevas habilidades que les ayudará en su formación.

Algunas de estas habilidades generan el desarrollo cognitivo, emocional, social y físico, explica José Víctor Hernández de Luna, psicólogo con maestría en Educación quien menciona que dentro de las habilidades cognitivas se encuentra que al jugar los pequeños aprenden a resolver problemas, a pensar críticamente y a desarrollar su creatividad.

"Es a través del juego que los niños se forman conceptos matemáticos como es la clasificación, ordenación, desarrollar habilidades lingüísticas, ya que aquí nos damos cuenta cómo emplean el vocabulario, así como mejorar memoria y concentración, aspectos fundamentales que les facilite más rápido el aprendizaje".

Víctor Hernández de Luna, psicólogo con maestría en Educación. (cortesía)

En segundo lugar, dice, están los aspectos emocionales que es cuando los infantes expresan sentimientos y emociones, "aprenden a controlarlas y regularlas, en el juego experimentan diferentes roles y situaciones que les ayuda a desarrollar empatía y comprender lo que puede estar sintiendo otra persona".

Hernández de Luna afirma que otra de las ventajas que adquieren a través del juego es el trabajo en equipo y la colaboración, lo cual es relevante en el desarrollo y que permanecerá durante toda su vida.

En cuanto al uso de esta actividad en aspectos terapéuticos, el licenciado Víctor Hernández señala que existe terapia infantil en la que se puede utilizar el juego, "con la representación se les puede llegar a facilitar a los niños expresar un trauma. Existen mecanismos de defensa, por ejemplo, en la identificación proyectiva es más probable que un niño a través de un juguete se le diga que el monito azul ofendió al monito rojo, cómo se siente el monito rojo: se siente triste, aislado, rechazado; y es más fácil que exprese los sentimientos y estar en condiciones de manifestar un trauma a que directamente lo diga, esto es solo un ejemplo".

El licenciado Víctor Hernández dice que el juego sensibiliza, aproxima a lo que trae en su interior el pequeño, "dentro de su inocencia e ingenuidad transfiere mucho de los componentes propios de lo que siente y lo expresa libremente porque lo ve como un juego. Considero que este tipo de juego de roles puede ser muy acertado para que ellos tengan la capacidad y condición para manifestar su sentir".

Finalmente señala que dentro del desarrollo social cuando los niños juegan entre ellos aprenden habilidades como el compartir, tomar y respetar turnos, resolver conflictos, "son componentes que sirven para su formación, así como la actividad física que es indispensable en su crecimiento. Si nos damos cuenta el juego tiene elementos de aprendizaje pero también emocionales y físicos".

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