El Día del Libro se originó en 1926, esto porque fue precisamente un día como hoy, pero de 1616 que fallecen Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. También un 23 de abril fueron los nacimientos o defunciones otros escritores eminentes como Maurice Druon, Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo.
Es por ello que la Conferencia General de la UNESCO instituyó la fecha para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a este hábito. Y como para los pequeños es muy importante este proceso para llevar a cabo el habla y más procesos comunicativos, queremos recomendarte algunas entregas infantiles que son excelentes para su desarrollo.
Matilda
Este es un clásico que seguramente conoces. La historia se centra en una niña maravillosa, llena de conocimientos y quien ama los libros. A pesar de eso, su familia no la comprende y es muy diferente a ellos. Pero eso no es todo: ella ha desarrollado el poder de mover objetos con su mente, lo que le ayudará a defenderse de personas que intenten dañarla.
El monstruo de colores
Esta historia explica de manera excelente a los niños sobre las emociones. Se centra en este amigable monstruo que va identificando sus sentimientos con colores para poder regularlos y mantenerse en orden. Un excelente material para ayudar a los pequeños con la inteligencia emocional.
El Principito
Un clásico que chicos y grandes deben de leer aunque sea una vez en sus vidas. Se trata de un pequeño que llega a la Tierra, y le cuenta a un piloto sobre sus aventuras recorriendo distintos mundos, en los cuales ayuda al lector a reflexionar a través de ellas conceptos como la amistad, el amor, la responsabilidad y el sentido de la vida.
Adivina cuánto te quiero
La historia se centra en dos liebres, una grande y una pequeña, que quieren demostrarse cuánto es que se quieren la una a la otra, pero, conforme la historia avanza, descubren que el amor no se puede medir, solamente sentir en el corazón.
De mayor quiero ser… feliz
Este libro cuenta con seis cuentos que ayudan a los menores a entender las emociones y cómo gestionarlas, ayudándolos a entender conceptos como el poder de las palabras, el valor de las cosas, la actitud frente a los otros, la confianza en uno mismo, la autoestima y la gestión de la frustración.