A ambas les gustan los niños, y enseñarles ha sido su labor desde hace más de 20 años, Velia Muruato Enríquez, docente de preescolar en Jardín de Niños Carlos Espinoza Romero y Sonia Muruato Enríquez, docente de primaria y actualmente directora técnica, eligieron dedicarse a la docencia, profesión que les brinda grandes satisfacciones diariamente.
Velia actualmente atiende a niños en segundo grado en Jardín de niños, además trabaja en la Secretaría de Educación Pública, comenzó hace 24 años al egresar de la Escuela Normal de Ciudad Lerdo, trabajó por 12 años en el ámbito privado, en 2012 presenta el examen para ocupar una plaza y se integra al servicio público de educación.
Comenzó como profesora unitaria en el área rural y a lo largo de su trayectoria se ha desempeñado como maestra encargada y laborado en organización completa. "El poder desarrollarme como docente es una oportunidad muy valiosa y gratificante porque el estar con niños de preescolar me hace sentir contenta y satisfecha ya que organizo mis actividades, las diseño y aplico siempre con el objetivo de que los pequeños aprendan y desarrollen sus capacidades".
Para Velia lo más importante es conocer a los alumnos desde el inicio del ciclo escolar, "como docentes tenemos que observar a los pequeños, sus actitudes, reacciones, la forma en que participan, se expresan, para así poder trabajar con ellos en el aula".
Resalta que además es importante contar con recursos didácticos como la parte digital, ya que hoy los niños tienen eso a la mano, "hay que integrarlo a la práctica docente, pero no dejar que sea el único elemento en que se base la práctica".
Por su parte Sonia Muruato, quien estuvo 19 años como maestra frente a grupo de primaria y desde hace seis años ocupa el cargo de directora técnica, explica que la docencia es una de las experiencias más motivadoras que ha tenido, "a veces hay días malos, pero son muchos más buenos, los niños son tan lindos que hacen que ningún día sea igual, es complicado pero también enriquecedor".
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Afirma que se los llega a conocer por su expresión facial cuando traen algo diferente y el trabajo no solo es en el aula, sino también el poder ayudarlos en situaciones que los hacen sentir tristes o enojados. "Considero que uno de los retos a los que nos enfrentamos los maestros, es la falta de empatía hacia la labor docente, creo que hace falta razonar y buscar responsables de la formación de un alumno, la cual comienza desde casa".
Para Sonia, es importante que todos adquieran compromiso hacia la niñez, no solo de ir a trabajar, sino de dar el extra que ellos necesitan, "a veces nosotros somos la única figura segura que los alumnos tienen, y si como maestro solo voy y me siento, no aprovecharé los potenciales de los estudiantes".
Para concluir, Sonia desea que exista una revalorización de la labor docente, "en estos momentos estamos siendo atacados de diferentes maneras y fincándonos responsabilidades que no nos corresponden, todos los cambios siempre deben ser por el bien de los niños y su educación".