Sin distinción de edad, sexo o lugar de procedencia, la salud mental es relevante para todos, ya que sin ella, las relaciones familiares, de amistad, laborales, y más, puede llegar afectar en diferentes aspectos de la vida de las personas, y por lo cual llevar a padecimientos como angustia, depresión o hasta el suicidio.
Datos del Centro de Información para Decisiones en Salud Pública (CENIDSP), en 2019, casi mil millones de personas, entre ellas un 14% de los adolescentes de todo el mundo estaban afectadas por un trastorno mental.
Los suicidios representaban más de una de cada 100 muertes y el 58% de ellos ocurrían antes de los 50 años de edad.
En el documento de la CENIDSP señala que los trastornos mentales son la principal causa de discapacidad y son responsables de uno de cada seis años vividos con discapacidad. Las personas con trastornos mentales graves mueren de media de 10 a 20 años antes que la población general, la mayoría de las veces por enfermedades físicas prevenibles.
En México, el 7.6% de la población adolescente y 7.7% de la población adulta pensaron alguna vez en suicidarse. Las mujeres tanto adolescentes como adultas reportaron la mayor prevalencia en comparación con los hombres (10.2 y 9.1%, respectivamente).
La prevalencia de intento de suicido alguna vez en la vida en adolescentes se presentó en 6.5%, 10.1% en mujeres adolescentes de cualquier edad y 3% en hombres adolescentes.
El 16.7% de los adultos tiene sintomatología depresiva, siendo mayor en adultos mayores (38.3%) que en adultos (11.3%). Se observaron mayores prevalencias en mujeres, adultos con índice de bienestar bajo y en adultos mayores residentes del área rural.
A nivel nacional, la prevalencia de sintomatología depresiva en adultos de 20 años o más es similar a lo estimado con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Ensanut 2018-19 (17.7%). La prevalencia de sintomatología depresiva en adultos mayores fue de 38.3%, un resultado mayor al 28.4% observado a nivel global para el año 2022.
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En la encuesta de Ensanut 2022, se confirma la tendencia de incremento en la prevalencia de la conducta suicida a nivel nacional, especialmente en los grupos etarios más jóvenes. Se expresa que los adolescentes tuvieron un incremento en intentos de suicidio de más de 600% desde la Ensanut 2006 (cuando la prevalencia fue de 1.1%) y más del doble que la prevalencia inmediatamente antes de la pandemia por covid-19 (prevalencia de 3.9% en la encuesta de 2018).
ADOPTAR CUIDADOS
La CENIDSP explica que la salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad, además es un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico.
Es por ello, que la importancia de las intervenciones de promoción y prevención se centren en identificar los determinantes individuales, sociales y estructurales de la salud mental, para luego intervenir a fin de reducir los riesgos, aumentar la resiliencia y crear entornos favorables para la salud mental.
Actuar sobre los determinantes de la salud mental requiere a veces adoptar medidas en sectores distintos de la salud, por lo que los programas de promoción y prevención deben involucrar a los sectores responsables de educación, trabajo, justicia, transporte, medio ambiente, vivienda y protección social.