Los debates escolares son una manera en la que los alumnos pueden aprender a mantener argumentos y a refutar con bases argumentales aquello que defienden. Según el Observatorio del Tec de Monterrey, entre los beneficios que tiene esta actividad es que otorga el espacio y momento de expresarse con responsabilidad; también estimula actitudes participativas, propicia la cultura de respeto y genera un sentido de identidad.
A pesar de ello, ¿cómo es que se puede hacer un debate en inglés? La Universidad de Cambrigde, a través de su blog, da consejos para que, tanto maestros como alumnos, puedan explotar el potencial que dan los debates en este idioma, usando el modelo de debate parlamentario clásico.
Este tipo de debate tiene dos equipos con dos o más integrantes, siendo uno a favor y en contra del tema que se elija debatir, teniendo esta estructura para los tiempos:
- Introducción a favor: 4 minutos
- Introducción en contra: 4 minutos
- Refutación 1 a favor: 5 minutos
- Refutación 1 en contra: 5 minutos
- Refutación 2 a favor: 5 minutos
- Refutación 2 en contra: 5 minutos
- Conclusión en contra: 3 minutos
- Conclusión a favor: 3 minutos
Es importante para cualquier debate que los tiempos sean cortos, pues fomenta la capacidad de síntesis y ayuda a que se diga lo necesario respetando los turnos de palabra. Sin embargo, en inglés es bastante importante debido a que, por no ser la lengua materna de la persona que lo estudia, es necesario para formular los argumentos más fácilmente.
Es muy importante tener en cuenta el fondo y la forma para tener éxito en un debate en inglés, especialmente si este no es tu idioma nativo para mantener argumentos más sostenibles. El fondo es lo que decimos y la forma es cómo lo decimos.
Algunos consejos para llevar un debate en inglés son los siguientes:
• Haz una lista de conectores y ponlos en práctica en diferentes frases y situaciones. Muchas veces sucede que, al no ser el idioma nativo, se tiene exceso de muletillas y onomatopeyas, pero también pasa que podemos no saber cómo seguir
• Presta atención a la pronunciación. Lo más útil aquí es que te hagas una lista de las palabras que te resultan más complicadas de pronunciar y practiques la dicción.
• No te olvides de los soundbites. Se refieren a un breve fragmento dentro de una intervención o discurso de cualquier tipo en el que se concentra una cantidad máxima de información y la esencia del mensaje que se quiere transmitir Hay que utilizarlas con mucha moderación, pero pueden ayudar también en esos momentos en los no se sabe qué decir o cuando se pretende imprimir fuerza al discurso.
• Disfruta. Aunque estas intervenciones son más formales, los países angloparlantes también tienen un sentido del humor muy particular. Por lo que si sabes utilizar el humor con inteligencia y mesura, hacer sonreír a la otra persona es éxito garantizado.