La pandemia por covid-19 ha venido a cambiar el estilo de vida de todos, el deseo de evitar contagios ha llevado a cuidar a los niños manteniéndolos en casa lejos de sus compañeros de estudio y amigos. Pero el regreso a clases de forma presencial o híbrida, ya se está viviendo en muchas instituciones y se espera, que el siguiente ciclo escolar sea para el total de la curricula.
Por ello, es muy importante tomar en cuenta estas recomendaciones de salud para el regreso a clases, que aunque los adultos ya cuenten con la vacuna, lo ideal es tomarlas en cuenta, ya que ello brindará mucha más seguridad tanto a niños como padres de familia.
El doctor Jesús Gómez Moreno, pediatra, explica que principalmente hay que tener en cuenta diferentes factores, comenzando con checar que se cumplan las medidas que debe de tomar la escuela que son: contar con un filtro al ingreso a la institución, para la toma de temperatura corporal y aplicación de gen antibacterial, que los maestros estén al pendiente si algún niño presenta algún cuadro respiratorio aunque sea leve o fiebre, y de ser así, que sea remitido a revisión con su pediatra.
Además resalta la importancia del uso correcto de la mascarilla, la sana distancia, la buena ventilación en el salón de clases y que los padres de familia no hagan confianza de que porque trae poco moco el niño, lo puede llevar a la escuela, "ahora hay que tener mucho cuidado porque muchas de las veces los cuadros en los niños pueden ser asintomáticos o, con síntomas leves pero siguen siendo contagiosos, por lo que hay que tener precaución en el filtro para el ingreso de los niños", refiere.
En cuanto a las medidas que los padres de familia deben de seguir, son que el niño se encuentre en las condiciones más óptimas para su regreso a clases presenciales, "por ejemplo, un niño que presenta desnutrición u obesidad, estos son factores de riesgo que pueden manifestar un cuadro clínico más grave, lo mismo puede suceder con un niño que es asmático o que tiene rinitis o alguna inmunodeficiencia. Cuando que no estén bien controlados, cualquier enfermedad crónica que pueda alterar las defensas es un factor de riesgo, aunque habría que individualizar cada caso".
Recalca que lo ideal es tratar de llevar en las mejores condiciones a los niños para que sea más seguro, por lo que sugiere que mantenga una alimentación adecuada, y así su sistema inmune estará en adecuadas condiciones, que se encuentre en peso normal y que si padece alguna enfermedad esté controlada, "algo muy importante es estar al corriente en su esquema de vacunación, pues se ha reportado una baja de vacunación de 70 u 80% tanto por desabasto como porque la familia no ha acudido al hospital a aplicar las vacunas por miedo a contagiarse".
Gómez Moreno refiere que en otros países se están presentando brotes de sarampión, rubeola, difteria, neumonía y otras. "Todo lo que es prevenible por vacunación hay que aplicarlas, y poner en orden el esquema de vacunación".
Además aconseja que se les enseñe a los niños a seguir las reglas sobre el uso de la mascarilla y concientizarlos de que si ven algún compañero que presenta tos, comentarlo con los maestros y seguir con la sana distancia. Y si son niños que asisten a guardería, no se debe de suspender el seno materno.
"Uno de los riesgos que pudiera presentarse al adquirir la enfermedad, es un brote, por lo que es necesario tratar de incidir el contagio con las recomendaciones tanto por covid como de otras enfermedades".
Signos de alerta
El doctor Jesús Gómez explica que hay una enfermedad que se llama Síndrome de respuesta inflamatoria multisistémica pediátrica, "los niños que tuvieron covid, o que pasaron por cuadros leves o hasta asintomáticos, en ocasiones después de cuatro a seis semanas empiezan a presentar fiebre persistente elevada de difícil control de tres a cinco días, acompañado generalmente de un cuadro digestivo (diarrea y vómito), también malestar general, y regularmente andan somnolientos y les puede bajar la presión, son pacientes pálidos, empiezan a salirles ronchitas y las mucosas se les inflaman, estos son datos de alarma que hay que estar checando".
Afirma que entre más rápido se detecte mejora el pronóstico. "Hay incidencias máximas el pico se presenta en menores de dos años y en ese grupo repercute de mayor forma en el primer mes de vida. Después hay otro pico de los cinco a seis años hasta los 12 a 14 años".
Finalmente recomienda que como padres de familia eduquemos a los niños en uso correcto de su cubre bocas, y concientizar que si su hijo anda enfermo no llevarlo a la escuela, pero principalmente es el mantener una buena alimentación la cual ayudará al sistema inmune.