A pesar de que la Comarca Lagunera es una zona donde el sol se encuentra presente en mucha parte del tiempo, las altas temperaturas han hecho que la exposición de la sociedad sea menor, lo que provoca que actualmente los profesionales de la salud se percaten de que hay una deficiencia de vitamina D en los pacientes.
Así lo menciona Kim Sahori Nájera Rodríguez, nutrióloga clínica y educadora en Diabetes enfocada en el cambio de hábitos, quien menciona que este componente en el cuerpo es de vital importancia para el correcto procesamiento de otros componentes y la salud en general, siendo necesario que se absorba través de la exposición al sol, la alimentación y en algunos casos suplementación.
“La vitamina D es crucial para que se dé la absorción del calcio y del fósforo en nuestro cuerpo. Tiene efectos positivos en el sistema inmunológico, regula la presión arterial, a tener una buena salud cardiovascular y muscular”, declara.
Kim Sahori también indica que, según en recientes estudios, la deficiencia de este nutriente está relacionado con la resistencia a la insulina y el hipotiroidismo subclínico. Señala que, al contar con mayor grasa visceral, es decir, la enfocada en el abdomen, ésta puede generar que se “secuestre” la vitamina D, provocando ese faltante.
La deficiencia de este nutriente es muy común en zonas con poca luz solar, sin embargo, en la región, por el hecho de prevenir otras enfermedades como cáncer de piel por exposición prolongada al sol sin la mayor protección solar es que se presenta este problema.
¿Cómo la consumimos?
Nájera Rodríguez sugiere que la mejor manera de hacerlo es a través de la exposición al sol, los actualmente conocidos como baños de sol, los cuales se tienen que dar en horarios adecuados, donde la radiación solar no se encuentre en niveles altos. Recomienda que sea, iniciando la mañana (entre las 6 y 7 de la mañana) o cuando se va a ocultar el sol (6 de la tarde) con una duración de 10 minutos aproximadamente.
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“También se puede encontrar en otros alimentos, como en la yema de huevo, pescados como el atún, sardina, salmón. Hay algunos alimentos que vienen fortificados con vitamina D, como la leche entera y algunos cereales. También el hígado de res tiene gran porcentaje”, indica.
Informa que los niveles óptimos para considerarse en parámetros normales varían entre expertos y organismos dedicados a la salud, pero un aproximado de niveles normales es de 20 a 50 nanogramos por militros en general, esto conociéndose a través de estudios y, en el caso de ser necesaria la suplementación, el parámetro determinará cuánta vitamina D se debe ingerir, esto con el seguimiento de un profesional de la salud, ya sea médico o nutriólogo.