El trabajo con dispositivos electrónicos llegó para quedarse, aún y que se está en el proceso de recuperación post pandemia, los niños siguen con un uso continuo para ver videos, jugar electrónicamente o simplemente para buscar algún tema de interés, lo cual ha provocado en el sistema visual de los menores sufra un estrés y colapso visual.
Cristian Alfonso García Moreno, optometrista con especialidad en Pediatría y presidente del Colegio Lagunero de Optometría, explica que los ojos de los niños menores de cinco años no están preparados y no deben pasar más de 30 minutos frente a un dispositivo electrónico.
“Sabemos que el celular se ha convertido en un método de enseñanza, así como de entretenimiento y esto ha causado aumento en un problema visual que es la miopía (visión borrosa para ver de lejos). Según datos en 2020 más de 30% de los niños y adolescentes presentarán miopía como consecuencia del uso inadecuado de las pantallas”.
Señala que, esto derivado de tres factores principales que son: el aumento de uso en horas de dispositivos electrónicos, la falta de actividad al aire libre y, la parte genética.
García Moreno menciona que otra enfermedad asociada a los dispositivos es la de ojo seco, “algo que se encontraba en adultos mayores de 60 años, diabéticos o hipertensos, ahora lo vemos en niños y adolescentes”.
Afirma que esta situación se presenta cuando están muchas horas frente a un dispositivo electrónico, por lo que el parpadeo se vuelve más lento y la película lagrimal se evapora y no se recupera tan rápido por lo cual empieza a generar malestar ocular, “hoy los pequeños tienen que ser suplementados con lágrimas artificiales lo cual no debería de ser”.
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El Instituto Mexicano del Seguro Social recomienda para prevenir el síndrome del ojo seco, reducir el brillo en la pantalla de dispositivos celulares, tabletas y computadoras, no exponerse directamente al aire acondicionado, corregir la graduación de los lentes y sobre todo acudir a revisión con el especialista al menos dos veces al año.
Algunos de los síntomas son ardor ocular, ojos rojos, comezón y lagrimeo como parte del proceso irritativo. Sin embargo, también se presentan otras manifestaciones como visión borrosa y ojo rojo crónico.
El especialista recalca que el problema más grave que se ha encontrado es el estrabismo o desviación de los ojos derivado del uso excesivo de dispositivos electrónicos de las cuales requieren una atención más detallada.
Finalmente recomienda no dejar de lado la visita al licenciado en Optometría quien es el primer nivel de atención en el tema de salud visual y, buscar especialistas en el área de niños ya que una prueba en adultos no es igual en los pequeños.