Cuida la salud mental de tus hijos en su primera etapa de desarrollo

Según la Unicef, en la primera etapa de su vida lo más importante es estar presente, acompañarlos y ser una guía para ellos

En los primeros años de desarrollo es necesario darles amor, atención y protección. (pexels.com)
Claudia Luévano
Torreón, Coahuila /

Una de las etapas más bellas es cuando son bebés, y es desde el inicio de su desarrollo que se debe estar junto a los niños y cuidar su salud mental. La Unicef comparte algunos datos que pueden ayudarnos como padres de familia que así sea.

De 0 a 5 años es la etapa en que comienzan a sentir un sinnúmero de emociones, tu hijo está alcanzando hitos importantes de la infancia. Se trata de un periodo de crecimiento y aprendizaje y es el momento ideal para que empieces a proteger su bienestar mental.

Los padres son el referente de amor, aprendizaje y seguridad de los hijos. Intenta dedicarles todo el tiempo posible. Fomentar una relación cálida y afectuosa y ayudar a tu hijo a sentirse seguro y protegido contribuirá a sentar las bases de una buena salud mental para toda la vida.

Los bebés necesitan tiempo de calidad, lo cual es bueno para ambos, (padres e hijos) ya que, cuando lo haces, se liberan hormonas naturales que te ayudan a crear un vínculo con tu bebé y favorecer el bienestar de los dos.

En esta etapa se recomienda jugar con el bebé y hacerle caricias, hablarle y cantarle canciones y responder a sus sonidos con palabras para que pueda comenzar a entender el lenguaje y la comunicación.

A los niños pequeños conforme empiezan a moverse más, su deseo de explorar aumenta. Esta curiosidad requiere atención y estímulos por lo que se sugiere leerle cuentos a diario (si es posible), elegir juegos que activen su curiosidad y favorezcan el aprendizaje, así como pedirle al niño que nombre las cosas: comienza por algo sencillo, como su propio nombre o los objetos cotidianos, además de explorar juntos los alrededores del hogar.

Cuando están por entrar al preescolar, los niños se van haciendo más independientes y curiosos, querrá explorar el mundo exterior y aprender sobre lo que hay a su alrededor, por lo que interactuar con otras personas le ayudará a desarrollar su propia forma de pensar y de entender el mundo, así que será muy bueno promover esa interacción social a través de juegos con otros niños.

También se puede invitar a los niños a ayudar con tareas sencillas adaptadas a su edad y mostrarle los pasos que debe seguir para resolver problemas sencillos. En esta etapa será necesario fijar unos límites claros y unas expectativas realistas. Cuando le digas que “no” a algo, proporciónale alternativas que se acerquen más a tus preferencias, así como ofrecerle opciones claras y fáciles de entender que le ayuden a decidir qué comer, qué ropa ponerse o a qué jugar.

Como padres de familia hay que saber que los niños pequeños están aprendiendo a expresarse y a controlar las emociones intensas. A veces, cuando no logran comunicar sus necesidades, pueden enfadarse o sentir estrés, en este momento ellos necesitan a su lado a un adulto afectuoso que los tranquilice y los ayude a asimilar sus sentimientos.

Y lo que se debe de evitar es cualquier forma de violencia, como gritar o pegar a un niño. Vivir en un entorno negativo puede generarles “estrés tóxico”, dañar su crecimiento y su desarrollo y crear problemas a largo plazo cuando pasa el tiempo.

Las discusiones frecuentes entre los padres y las personas que rodean al niño. Los ambientes tensos pueden ser estresantes para los niños y hacer que se sientan abandonados, indefensos y vulnerables. Cualquier tipo de abandono. Los niños necesitan recibir atención, amor y cuidados de manera constante para crecer y desarrollarse de forma sana.

Pero recuerda que también los padres de familia deben cuidarse. En el documento que comparte la Unicef, explica que si eres la madre o el padre de un bebé o un niño pequeño, es normal que sientas una gran variedad de emociones en función de cada momento, como alegría, frustración, fatiga y nervios. Cuando te sientas sobrepasado, tómate un tiempo para controlar tu propio estrés.

Cerciórate de tener un buen respaldo social a tu alrededor. Intenta pasar momentos sin compañía y tener espacio para ti y recuerda la importancia de invertir en dormir lo suficiente, llevar una alimentación sana y realizar actividad física. Todos los padres primerizos sienten algún tipo de estrés, pero no tengas miedo de pedir ayuda y dedica tiempo a atender tus propias necesidades.

Si deseas conocer más sobre el cuidado de la salud mental de los hijos en cada etapa, puedes ingresar a la página https://www.unicef.org/es/salud-mental-en-mi-mente y conocer las recomendaciones que el organismo comparte.

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