La dopamina, hormona relacionada con la felicidad, se puede encontrar en muchos aspectos de nuestra vida, produce también ante el uso de redes sociales al recibir un like en publicaciones o fotografías. Sin embargo, el exceso de esta sustancia puede ser adictiva, lo que propicia el uso excesivo de la tecnología.
Esta sustancia es el neurotransmisor que surge en los mecanismos de recompensa de nuestro cuerpo, por lo que también afecta a nuestra relación con las redes sociales: cuando alguien muestra interés en algo que hemos publicado, genera una sensación de placer.
Un artículo realizado el Observatorio del Tecnológico de Monterrey comparte que en estudios hecho por la organización sin fines de lucro de San Francisco, California, Common Sense Media, muestran que los adolescentes de 13 a 17 años pueden pasar aproximadamente hasta nueve horas en línea cada día.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la adolescencia como una etapa que se caracteriza por el comienzo de cambios fisiológicos, estructurales, emocionales y una adaptación a la sociedad. Al ser esta una etapa adaptativa, hay distintos factores de conducta que se siguen aprendiendo, entre ellos la capacidad de concentración que se debe tener al atender una materia.
María José Salazar Terraza, psicoterapeuta, comenta que esto es muy común en ellos debido a que pasan por una etapa de cambios integral, y estos cambios que surgen de manera química pueden generar inquietudes. “Ellos necesariamente buscan retos y estar en movimiento para poder captar su atención.”
Sin embargo, con la aparición de los smartphones, los docentes se han visto en el reto de competir con el aparato y con las redes sociales. En la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020, estimó que se contaron con 88.2 millones de usuarios de teléfono celular, siendo el 75.5% de la población de seis años o más.
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Ante estas realidades, María José declara que esto ocurre debido a que en las redes sociales y demás distractores que tienen los teléfonos inteligentes, encuentran un espacio donde se pueden desahogar y expresar sus emociones. “Hay varios estudios que aseguran que, cuando logran tener un like en alguna publicación o fotografías, se segrega dopamina. Esto lo hace adictivo, ya que esta hormona es la relacionada con la felicidad”
Por lo mismo, entre las recomendaciones que da Salazar Terraza es que, tanto docentes y padres de familia hagan mancuernas para poder proporcionar al adolescente de lo que necesite emocionalmente. También el que los maestros hagan un ritual de iniciación, como mindfullness, que son ejercicios de concentración a través de la respiración de aproximadamente cinco minutos, ayudará mucho en este aspecto.
Sugiere también realizar más actividades y competencias que los hagan retarse y acaparar la atención a través de la adrenalina.