En cada Año Nuevo se establecen propósitos. Entre algunos de los que más se mencionan, está el ser mejores lectores, incluso se ponen una meta de libros a leer. Sin embargo, a veces puede ser difícil cumplir con ello, especialmente si se es una persona que no acostumbra a tomar un texto en los ratos libres.
La lectura en México, aunque nunca ha sido el fuerte del país, a raíz de la pandemia ha aumentado. El Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2021, señala que el promedio de libros que leyó la población adulta lectora en los últimos 12 meses fue de 3.7 ejemplares, cifra que no se alcanzaba desde 2017, lo cual da una buena señal para hacer de este entretenimiento un hábito.
Blanca Nahayeli Gómez Aguilera, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), Campus Torreón, comenta que leer ayuda en muchos aspectos de la vida, como mejorar la memoria, permitiendo obtener y retener mayor información. También evita algunas enfermedades mentales como ciertas demencias, al igual que propicia a la imaginación, leer mejora la empatía, entre otras cosas.
Para aquellos que van iniciando con la lectura, ya sean niños o adultos, Blanca Nahayeli recomienda que se hagan objetivos pequeños. “Si no somos lectores muy habituales, se puede iniciar leyendo el periódico, cuentos cortos, artículos en revistas especializadas o de temas que nos interesan” y de ahí, avanzar y eventualmente a leer cosas más complejas.
Una de las ventajas que ve Gómez Aguilera es que la lectura, para ella, es como un puente, ya que lleva al lector de un lugar a otro sin darse cuenta de primera instancia, así que conforme al tiempo se vuelve un hábito gracias a que eventualmente se busca conocer más sobre lo desconocido y mejora la validación de aquello que se lee.
También una de sus recomendaciones es que se lean cosas que interesen, ya que así se podrá ir haciendo el hábito más fácilmente. Por ejemplo, indica que si se gusta de la literatura, se empiece por la poesía. “José Emilio Pacheco decía que hay que leer mínimo dos poemas al día, y eso ayuda mucho porque te transportan a otra dimensión, o te hacen preguntas, y creo que leer esa cantidad de poemas sería un buen reto de lectura”.
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Igualmente los cuentos cortos ayudan mucho, ya que casi todos los autores cuentan con ellos, además de que regularmente se pueden encontrar fácilmente en el internet, lo que los hace una gran alternativa para aquellos que quieren leer a un autor en específico pero no saben cómo iniciar, o se les complica conseguir los libros del mismo.
Finalmente, Blanca Nahayeli señala que, tal como lo dice una frase argentina, “leer es un viaje de ida”, y este hábito ayuda a seguir creciendo, aprendiendo y, a pesar de que considera que leer es un excelente propósito de año nuevo, si se vuelve un hábito, la lectura es capaz de cambiar la vida de las personas.