Las redes sociales se convirtieron en esta pandemia en una herramienta necesaria para estar en contacto con los maestros para las clases, pero no solo se abrió una puerta de aprendizaje, sino que también puede llegar a ser un riesgo para niños, niñas y adolescentes.
En un comunicado que comparte el Gobierno de México explica que algunos niños, niñas y adolescentes utilizan las redes sociales como una forma de buscar ser populares, llamar la atención y aprobación de sus semejantes en edad.
Para ello actualizan su perfil, narran sus aventuras, hablan de sus conocidos y, en ocasiones, se usa el espacio digital para humillar a otras y otros con contenidos no apropiados. Por eso es vital enseñar a las hijas e hijos a usar las herramientas de privacidad, a que seleccionen a quién permiten ver sus datos y fotos, a conocer cuáles son los riesgos en el mundo digital.
Riesgos virtuales
Es importante estar conscientes que ninguna información en línea es privada; un “amigo” puede difundirla y dispersarla en cualquier momento.
Una regla de oro para el uso de las redes sociales que jamás se debe reemplazar es la supervisión parental en vivo, ya que algunos riesgos es que se pueden recibir mensajes de un extraño malintencionado, pueden encontrarse físicamente con un desconocido, pueden ser acosados por sus semejantes, no hay manera de verificar la edad de la persona con la que se comunican, pueden ver videos o fotos provocativos que les causen daño, les dan acceso a grupos no aptos para su edad y desarrollo.
¿Cómo afrontarlos?
Por ello es importante considerar algunas reglas, como dialogar y mantener abierta la comunicación entre padres e hijos, que los padres mantengan interés de las actividades y amistades digitales de los niños y adolescentes.
Así como poner atención en la información que se comparte en redes, como fotos y videos y enseñar a proteger la información propia y a respetar la de los demás.
Algunas de las herramientas que se pueden utilizar son: poner filtros de edades al usar programas para monitorear, en especial si sospecha que sus hijas e hijos peligran en la red; revise el historial en Internet; sea cuidadoso con los chats que usan, en especial en vivo; use buscadores seguros; use controles de padres en teléfonos y otros gadgets.