Los jóvenes llegan a tener dudas con respecto a temas de educación financiera en ocasiones. Uno de los más comunes es acerca de las tarjetas de crédito, ya que, o no entienden del todo su funcionamiento, o se encuentran temerosos de tener alguna y hacer uso de ella.
Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, señala que el 32.7% de las personas de 18 a 70 años tienen al menos un crédito formal, sin embargo, también señala que el 34.4% de las personas que no tiene crédito al momento declararon que era por el hecho de no querer sentirse endeudado, algo que, si se usan las tarjetas de crédito de manera correcta, no tiene por qué pasar.
Consuelo Contreras, asesora financiera, comenta que este producto financiero es uno que permite aplazar el pago de las compras, siendo ideales para cubrir algún imprevisto y que en el momento no se tenga la liquidez para afrontar, o para capitalizar compras grandes y poder tener la oportunidad de pagar a meses sin intereses.
En el tema de las edades indica que hay distintas tarjetas que se ajustan al perfil de las personas que las adquieren, pues no es lo mismo tener un producto financiero para estudiantes universitarios que el de un empresario, pues las necesidades y poder adquisitivo van cambiando. “Tal vez lo que importe más es la madurez financiera que tengamos para tener una, y no alocarnos con nuestro primer plástico y terminemos endeudados por hacer compras irresponsablemente”.
Entre los aspectos a analizar al momento de adquirir una tarjeta de crédito, Consuelo señala que es de suma importancia estar al pendiente de aspectos como el costo de la anualidad, cuál es el CAT, es decir, el porcentaje de interés que cobrarán en caso de un atraso en pagos. Es muy importante tener en cuenta la fecha de corte y la fecha límite de pago, de esa manera se evita el cobro de intereses por cada ocasión en que la uses.
Igual recomienda que las personas que empiezan con ellas escojan alguna que tenga cero anualidad y que las aprovechen para hacer sus pagos fijos, y así generar historial. Además, esto ayuda a ir adquiriendo recompensas o beneficios por compras, como cash back, puntos o descuentos en ciertos establecimientos.
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Hace hincapié en que los gastos hechos en esa tarjeta es de suma importancia que se paguen, ya que todos hacen puntaje en el buró de crédito. “Si bien mucho se nos dice que no pasa nada si no pagas, es decir, no te pueden meter a la cárcel por ejemplo; sin embargo eso va afectando a nuestro historial, y al momento de querer sacar otro crédito, como para una casa o un carro, nos lo pueden negar”, declara, por lo que hacer un uso responsable es esencial.
Por último, aconseja no temerle a este instrumento financiero por el endeudamiento, ya que son una gran herramienta, que si se usa con responsabilidad puede llegar a tener más beneficios que desventajas. La clave es tener contemplados los gastos en un presupuesto realista y enfocarlo en compras que representen una inversión para tu vida.