Si estás ya acostumbrado a encender tu computadora o usar tu celular para tomar clases en línea y escuchar desde la distancia a tus maestros, debes saber que en unos cuantos años es posible que tu programa educativo incluya lecciones en el metaverso, esa tercera dimensión de los videojuegos.
Definirás tu avatar para llegar a un espacio virtual en donde es posible entrar al salón de clases, saludar amigos, salir del aula y tener experiencias en el exterior con todas las instalaciones que sean parte del diseño, como jardines, cafeterías, salones de arte, canchas, gimnasios, bebederos o baños. Todo ello en realidad virtual.
Y en México ya está sucediendo. El Tec de Monterrey fue el primero en anunciar un curso completo en su propio metaverso, llamado Tec Virtual Campus, un mundo en 3D en el que estudiantes toman clases y conviven entre ellos. El profesor y arquitecto Antonio Luis Juárez Negrete, del campus Querétaro, fue quien trasladó su clase al metaverso durante el periodo invierno 2022.
Del metaverso, serán algunas de las noticias que más escucharemos en los próximos años, de hecho ya la tenemos muy presente desde que Mark Zuckerberg, creador de la red social Facebook, anunció que cambiaría el nombre de ésta por el de Meta, como respuesta precisamente a este nuevo entorno digital tridimensional.
¿QUÉ ES EL METAVERSO?
“Metaverso” es un acrónimo compuesto por ‘meta’, que proviene del griego y significa “después” o “más allá”, mientras que ‘verso’ hace referencia a “universo”, por lo que hablamos de un universo que está más allá. Un ecosistema virtual y tridimensional (3D) en el que los usuarios pueden interactuar entre ellos, trabajar, jugar, estudiar, realizar transacciones económicas, entre muchas otras posibilidades.
¿CÓMO FUNCIONA?
Si con Internet te es posible interactuar a través de la pantalla de la computadora, smartphone, tablet u otro dispositivo, sin restricciones de tiempo ni espacio –es decir, desde cualquier momento y lugar-, con el metaverso el límite de esa pantalla se desvanece, es como si estuviéramos dentro de un videojuego y nos moviéramos por medio de un avatar capaz de tocar y mover objetos, de relacionarse con otras personas (o avatares) y de influir en el entorno.