En el desarrollo integral de los niños, la inteligencia emocional es fundamental. Los docentes muestran a sus alumnos que no es malo sentirse triste o enojado, solo hay que aprender a manejar esos sentimientos y canalizarlos, abrir esa posibilidad de expresión genera ambientes de aprendizaje más sanos y lúdicos.
Isela Sotelo Loza, coordinadora académica pedagógica del Instituto Educativo Humanitas, explica que, "a lo largo de los 10 años que llevamos acompañando a los niños en los procesos enseñanza-aprendizaje hemos constatado que cuando los niños se sienten apreciados, seguros, se aceptan, su autoestima es elevada y además se relacionan de una manera cordial con los demás, para ellos es más fácil hacer acuerdos y tener cualquier tipo de aprendizaje".
Menciona que la inteligencia emocional es fundamental en el progreso de los niños y en la institución dentro del desarrollo de inteligencias múltiples priorizan cualquier programa que apunte a fortalecer la inteligencia emocional de los niños.
"Ya se tienen varios años integrando diferentes programas para fortalecer la inteligencia emocional de los niños, este año escolar que está por concluir, se implementó un diario emocional en donde registran cómo llegan, cómo se sienten y luego realizan algunos ejercicios de gimnasia neuronal con lo que ellos pueden canalizar de alguna manera esa emoción y enfocarse un poco más en las actividades programadas durante el día".
Este programa se llevaba a cabo con emoticones ya establecidos pero se promovió que fuera con imágenes propias de los niños. Por ello, los pequeños realizaron con apoyo de alumnos de la Universidad Iberoamericana y Codisdec, un boceto y a través de diferentes técnicas de pintura, expresan sus emociones. Se seleccionaron los cuadros que expresaban de alguna manera alguna las cinco emociones básicas y a partir de eso se hará el programa de inteligencia emocional del siguiente ciclo escolar.
Finalmente Sotelo Loza invita a padres de familia, docentes y directores a privilegiar espacios donde los niños puedan expresar lo que sienten, piensan y se enfatice el desarrollo de la inteligencia emocional, "eso garantizará ambientes de aprendizaje más sanos, lúdicos y donde los niños puedan potencializar sus capacidades y logra un desarrollo".