Los libros electrónicos van agarrando terreno conforme la tecnología ha ido avanzando. Y es que con la llegada de la pandemia, diversas instituciones educativas se dieron cuenta de la importancia que estas herramientas para el aprendizaje de manera virtual, pero siempre con métodos que el maestro pueda implementar para una mejora en la retención de información.
Diana Karina Bello Aguirre, docente de secundaria, preparatoria y universidad, comenta que los e-books vienen a convertirse en un puente entre los ecosistemas digitales en dónde se encuentra el alumno y los objetivos que se buscan de manera académicas. “Al final, como todos los esfuerzos que se hacen en promoción a la lectura, que estén cercanos a algún texto significativo”.
Entre las ventajas que señala Bello Aguirre sobre estas plataformas para leer libros digitales, encuentra que hay una enorme variedad de títulos con los que se puede trabajar, hay mayor accesibilidad, acerca más al ambiente de los estudiantes, aunque esto no es del todo fácil para las instituciones que las contratan esperando sean las más adecuadas para el alumnado ni para los maestros que deben capacitarse y trabajar con lo que estas ofrecen.
“Si bien, ahora las plataformas vienen muy completas: con análisis de comprensión lectora, quizzes, actividades muy dinámicas y te dan diversas maneras de navegar a través de las historias; sí es complicado solo tenerla y que los alumnos naveguen solos en ellas. Debe haber un acompañamiento, capacitación, un perfil que pueda pensar en formato digital y pueda transformarlo a las dinámicas académicas que se piden en cada institución”, declara.
Por ello es que piensa que ha sido complicado que, no solamente en la región, sino a nivel nacional y Latinoamérica, se dé este paso próximamente, pues hay un riesgo, pero es necesario dar ese paso para mejorar la educación. Personalmente, Diana Karina considera que son una herramienta útil, especialmente para analizar la comprensión lectora y porque diversifican a los autores que se pueden encontrar, llevándose gratas sorpresas con los que ha descubierto en ellas.
“Es una muy buena herramienta. Me parece que como sociedad académica necesitamos hacer este brinco y complementarlo con más estrategias de mediación de lectura que no sea solo leer en la plataforma, tiene que ser un acompañamiento integral”.
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Espera que las instituciones educativas puedan darse la oportunidad de ver estas plataformas para la promoción lectora en las escuelas, haciendo un equilibrio entre lo análogo y lo digital, pero siempre haciendo una promoción a la lectura para fomentar el disfrute, que llevará al aprovechamiento del conocimiento de los estudiantes en clases.