Recortar, hacer bolitas de papel, ensartar o moldear con plastilina, son actividades que se realizan en los primeros años de preescolar y gracias a la manipulación que generan estas actividades se desarrolla la motricidad fina, la cual está relacionada con el aprendizaje de la escritura.
Ilse Paloma Mata Vega, maestra de Educación Especial en la escuela primaria regular Profesor José Santos Valdés explica que la motricidad fina y gruesa se van detonando en el transcurso de los primeros meses de vida.
"La motricidad gruesa se refiere a todas las cosas que realizamos con el cuerpo como caminar, correr, salta y lanzar objetos; la motricidad fina son aquellas actividades en la que se requiere la coordinación ojo-mano, como recortar figuras con tijeras, agarrar un lápiz, pegar y despegar, doblar, ensartar, moldear en plastilina y más, lo cual nos ayuda para el aprendizaje de la escritura".
Paloma Mata refiere que al realizar estas actividades dará al pequeño la habilidad para que al iniciar a escribir tenga un buen trazo, ya que ayudará al movimiento de la muñeca y a saber cómo tomar el lápiz.
Recomienda estimular su desarrollo en las primeras etapas de la educación, "éstas habilidades ayudarán principalmente a tener más agilidad y facilidad en la movilidad de manos para realizar tareas como la creación de figuras y formas".
Actividades como lanzar, recortar, comer, vestirse, desvestirse, moldeado en plastilina o con arcilla, pintar, hacer bolitas de papel, todo aquello que genere movimientos de la mano y la muñeca beneficiará cuando los pequeños ingresen al preescolar ya que tendrán un mejor dominio del uso del lápiz.
- Te recomendamos ¿Cómo ser un mejor dueño para mi gato y cuidar el planeta? Aula
Guía de la Secretaría de Educación
De acuerdo con la Guía de psicomotricidad y educación física en educación preescolar editada por de la Secretaría de Educación Pública, se explica que la lectura y escritura al igual que la lógica matemática, requieren procesos previos bien consolidados antes de ser adquiridos por el niño. Éstos son la construcción del esquema corporal, el espacio, el tiempo, el ritmo, la lateralidad y en especial la coordinación óculo-manual.
Refiere que el desarrollo afectivo y social juega un papel importante en la escritura, ya que la estabilidad emotivo-afectiva es indispensable para una buena organización, la precisión, el control y la orientación de los movimientos.