Con la finalidad de formar niños que se conviertan en adultos emocionalmente maduros, Karen Denis Cerpa García, quien cuenta con la certificación internacional Yogi Minds for kids, reúne a niñas y niños para que en una sesión, aprendan a identificar sus emociones, expresarlas y con ello adquieran habilidades de comunicación y así fortalecer su integración social.
"Es una clase de yoga exclusiva para niños, el sistema abarca de tres a 12 años, he trabajado con niños desde que estaban en el vientre. Soy mamá de gemelos y es impresionante los resultados que se obtienen con esta filosofía", menciona Karen Cerpa.
Explica que la certificación se basa en dos frases: ´Siempre está bien sentir lo que siento´ y ´Yo soy el jefe de mis emociones´. "Es de la primer frase de la cual parte todo, se le va a enseñar al niño a que sienta y exprese sin juicios, esto es muy importante porque a estas alturas se siguen escuchando frases como el niño no llora, el niño es fuerte, está mal sentir. Pero, cuando un niño empieza a llorar se retienen sus sentimientos y no dejamos que sienta".
Recalca que la finalidad de esta filosofía es formar niños para que lleguen a ser adultos emocionalmente maduros, "el niño va a entender a lo largo de su vida, que habrá situaciones que le duelan, porque esa es la realidad, pero va a tener la oportunidad de darle un giro a esa emoción y vamos a empezar a formar adultos resilientes, es decir, ellos aprenderán qué hacer con ese dolor".
Karen Cerpa comienza su clase al invitar a los niños a expresar sus sentimientos, "son tres emociones, el enojo, la tristeza y la felicidad, de ahí parte. El niño empieza a platicar, manifiesta lo que realmente sienten. El niño llega a la sesión y expresa sus sentimientos pero es porque se da cuenta que todos a su alrededor empiezan a hablar y no hay un juicio sobre lo que expresan, es cuando se empieza a soltar todo lo que se trae".
Al finalizar de expresar los sentimientos todos van con la misma frase ´Siempre está bien sentir lo que siento´. La primera parte de la sesión los participantes gestionan las emociones y después viene el trabajo de la segunda frases ´Yo soy el jefe de mis pensamientos´, que se refiere a enseñar a los pequeños que son ellos quienes tienen el control de sus emociones y de sus pensamientos.
"Posteriormente, cuando todos son jefes de sus pensamientos, es decir, todos estamos en una postura fácil que es cruzados de piernas, manos en rodillas, relajados y respiramos, en estado de calma y tranquilidad avanzamos. La forma en que el niño va a aprender es por medio del juego, y es a través de esto que se comienza a moldear su cerebro".
Karen Cerpa brinda sesiones con duración de 45 minutos a una hora, ante la situación de la pandemia son grupos reducidos y actualmente el trabajo se desarrolla con niños de entre 4 a 8 años de edad. Su contacto es 871 124 1121.
Finalmente menciona que hay que darle la oportunidad a los niños de expresar sin juicio, lo cual parte de algo tan sencillo como es la gestión de las emociones. "Si se les enseña correctamente a los niños van a crecer resilientes emocionalmente maduros, van a entender que la vida duele pero continúa".