Niños plasman vivencias en historias

Niños de 6 a 12 años escribieron sobre sus aprendizajes, contextos sociales y maneras de cuidado.

Equipo de trabajo del proyecto con los estudiantes de posgrado y académicos del IIE. (Cortesía Guadalupe Mendoza)
Sofía Gamón
Torreón, Coahuila /

Los niños tienen mucho por decir. Brindarles espacios seguros en los que puedan narrar sus percepciones sobre lo que acontece en el mundo así como sus propias vivencias es un ejercicio enriquecedor e inspirador. 

De tal manera se atestiguó en el concurso infantil realizado por el Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV).

Como parte de un proyecto presentado por un grupo de universitarios de posgrado y los académicos Rosa Guadalupe Mendoza Zuany y Juan Carlos Sandoval Rivera, se lanzó la convocatoria para que niños de entre 6 a 12 años de edad escribieran sobre la manera en la que otorgan cuidados a su entorno, a las a personas que los rodean y a sí mismos.

“Sus experiencias, sus acciones y sus propuestas para cuidar su entorno y sus comunidades son muy diversas y por lo tanto muy ricas y llenas de potencialidades”, explica Mendoza en un artículo publicado por la UV.

Acerca de la relevancia de poder transmitir vivencias mediante la escritura, comenta que “la escritura de historias y narrativas nos permite expresar nuestra incertidumbre, pero también nuestras certezas, nuestras formas de cuidar, nuestra ruta para el cambio”.

Se recibieron 42 historias que fueron ejemplo claro que los niños están conscientes de las problemáticas que aquejan al país, así como de su deseo infantil de retomar sabiduría brindada por su núcleo familiar y el entorno en el que crecen. 

“Los niños escritores habitan la selva, el bosque, el desierto, la llanura y han aprendido sobre su entorno en contextos muy diversos y a través de experiencias cotidianas, pero también excepcionales en procesos organizativos y de lucha”.

“Nos comparten los consejos de los abuelos y su sabiduría; enfatizan la importancia de la gratitud y la conexión espiritual con el entorno y quienes lo protegen, dan cuenta de la creación de espacios de aprendizaje de cuidado del entorno en sus propias casas para compartirlos con otros niños”, comenta.

De tal manera, fue posible detectar la sensibilidad con la que los niños participantes se apropian de las historias de sus mayores para irlas adecuando a su propio camino, permitiéndoles tener una percepción clara de la responsabilidad de sus acciones como parte de una comunidad.

De los resultados, Mendoza y su equipo de trabajo determinaron 3 ideas principales: los niños y niñas tienen ideas claras acerca de cómo cuidarse y a su entorno, los adultos no deben ser los únicos que aporten propuestas en pro del cambio y la transformación y el ejercicio de pedirles a los niños que plasmaran en papel sus vivencias los emocionó y demostró la capacidad que tienen para comunicar lo que piensan, viven y sienten.

El proyecto titulado “Hacia una nueva pertinencia y relevancia de la educación rural e indígena: aprendizaje situado para la sustentabilidad a partir de narrativas locales sobre preocupaciones, conocimientos y prácticas socio-ecológicas y su articulación al currículum nacional”, fue uno de los ganadores del Premio a la Investigación Interdisciplinaria 2019-2020 de la UV.

El equipo de trabajo fue conformado por: los académicos Juan Carlos Sandoval Rivera y Rosa Guadalupe Mendoza Zuany y por cuatro estudiantes de posgrado del IIE: Paula Martínez Bautista, Melecio Pérez Mendoza, Itzel Cabrera García y María Concepción Patraca Rueda

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