La dislexia infantil es un trastorno del aprendizaje en los niños que se presenta con dificultades para la escritura y la lectura, y que a nivel neuronal tiene una afección en el cerebro, así lo definen Flor Guerrero, psicóloga cognitiva-conductual, especializada en problemas del aprendizaje y Elizabeth Dávila, psicóloga especializada en neuropsicología clínica.
De acuerdo con las especialistas, este trastorno no es visible en exámenes o análisis como la resonancia, sino que se trata de un daño funcional que se puede percibir en la conducta del niño, teniendo un origen genético, "ya se nace con ese trastorno, pudiera ser que el abuelo o la madre tuvo dislexia y se heredó”.
La edad más común en la que suele presentarse la dislexia es entre los 6 y 8 años cuando se comienza la etapa escolar, y por ende la adquisición y práctica de la lecto-escritura, puesto que es el momento en donde se nota con mayor claridad las deficiencias en el aprendizaje del niño, como problemas para terminar su tarea, recordar nombres, mantener la concentración y seguir instrucciones.
Síntomas
Algunos de las señales que pueden presentarse en niños con dislexia, según las especialistas, son:
Lectura
- Dificultad para pronunciar palabras.
- Deletreo limitado.
- Difícil comprensión e interpretación de las palabras.
- Dificultad para hacer rimas.
Escritura
- Cambiar letras.
- Dificultad para encontrar sentido en las palabras.
- Confundir la letra “d” con la “b” y la “p” con “q”.
- Mala ortografía.
- No hay distinción en el uso de mayúsculas y minúsculas.
- Dificultad para organizar las ideas.
Consecuencias
Es importante atender desde el inicio las primeras señales que el niño arroje de padecer este trastorno, pues de no ser así, podría repercutir en su vida social y académica, provocando baja autoestima e inseguridad.
"Muchas veces los niños que tienen estos problemas desarrollan sentimientos de inferioridad, de baja autoestima, se sienten fracasados, que no pueden, que son tontos y así se les señala, los mismos compañeros se burlan de ellos, entonces el niño pierde el interés de aprender porque entra la frustración, surge la tristeza y no se siente parte del medio en el que se desenvuelve", explican las especialistas.
Incluso, apuntan Guerreo y Dávila, que la falta de tratamiento a un niño con dislexia podría desencadenar problemas de conducta y rezago escolar, ya que el sentimiento de incapacidad que se origina en él debido a su deficiencia en el aprendizaje, lo orilla a perder la motivación por estudiar y superarse.
"Muchos niños pierden tanto el interés por la escuela que no terminan sus estudios y buscan ocuparse en otras cosas, pueden desarrollar también problemas de conducta, a veces los niños llegan al consultorio por trastorno negativo desafiante porque el niño no hace caso y es rebelde, entonces los evaluamos y muchas de las veces resultan ser niños con problemas en el aprendizaje no detectados ni atendidos".
Tratamiento
Una vez confirmado el trastorno mediante una evaluación hecha por especialistas, se procederá a aplicar un tratamiento que puede trabajarse desde el área psicopedagógica, a través de educación especial utilizando estrategias para que el niño adquiera las habilidades para la lecto-escritura; el área fonológica con ejercicios para que logre adquirir conciencia fonológica y el área de la neuropsicología, para detectar las disfunciones en el sistemas neuronal relacionadas al lenguaje y el aprendizaje.