Vivir sin padre o sin madre, puede representar un problema para el desarrollo de los niños. Los niños responden a su alrededor y a las emociones de sus familiares más cercanos, por lo que una situación de abandono o muerte, recaerá en su estado emocional y académico.
"Es importante que la niña tenga la imagen de mamá, y que el niño tenga la imagen de papá, además de entrar en contacto con ambos pues uno alimenta al otro, y es fundamental para el crecimiento del infante", destaca Leopoldo Camacho Sustaita, docente de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Unidad Torreón.
El docente señala que no se trata de presentar géneros, sino de una construcción de valores sobre las responsabilidades de la imagen del padre y madre. "La niña algún día podría ser mamá y el niño papá, no debe de haber restricciones o problemas en enseñarles qué le corresponde a cada papel, la idea es atender esas inquietudes y no mal influenciar por los eventos del pasado", señala.
Ante la ausencia de cualquiera de los dos modelos, el docente enfatiza que los padres deben buscar inmediatamente un sustituto, no para necesidad romántica o sentimental sino con un objetivo educativo.
"Una niña o un niño, ante la falta de una madre o padre lo va resentir. El que crezcan sabiendo que les faltó algún modelo es gravísimo, ante cualquier circunstancia -una muerte o abandono- la familia debe unirse y buscar al mejor candidato disponible para atender las inquietudes del menor respecto al modelo ausente y entre todos apoyarlo. Una tía, por ejemplo, es lo que más se ve en estos días para sustituir a una madre", concluye.