La preparatoria es una etapa en la que los jóvenes definen sus intereses profesionales, aunque es un periodo más relajado en cuanto a exigencia académica en relación a la licenciatura, sin embargo, debe proporcionarles una formación completa y, permitirles adquirir madurez intelectual para incorporarse con éxito al siguiente nivel: la universidad.
Responsabilidad, compromiso, habilidades profesionales y para la vida, así como libertad e independencia son cambios que van desarrollando los estudiantes, pero ¿cómo se transforma el ambiente de prepa a universidad? José Víctor Hernández De Luna, maestro en Educación y actualmente estudiante de doctorado en esa misma materia, explica que en el nivel medio superior se adquiere más libertad e independencia.
Expresa que en la región hay chicos que cursan la preparatoria técnica, "la estadística nos dice que provienen de familias con recursos un poco más limitados. Si bien es cierto, que quienes estudian este tipo de bachillerato lo hacen debido a que es a lo que pueden acceder, también es porque saben que van adquirir conocimientos que les permitirá en corto plazo trabajar".
Recalca que en la educación media superior, los papás ya no están tan al pendiente si su hijo entra o no a clases, "algunos padres son claros y les dicen que tal vez sea el último nivel en el que los puedan apoyar económicamente, entonces el estudiante hace conciencia y adquiere más seriedad y enfoque en sus estudios".
Claridad del proyecto de vida
Responsabilidad, autonomía e independencia, son aspectos fundamentales en la vida académica de una persona. Conocer el proyecto de vida es relevante, hay quienes estudiaron una carrera en automático, es decir, no reflexionaron del porqué la eligieron; al darles autonomía, se comienza a ver su madurez e independencia.
"Al tener claridad de su proyecto de vida durante la preparatoria, el día de mañana se estará visualizando cómo se quieren ver en el campo laboral".
José Víctor afirma que la independencia a la que tienen acceso los universitarios es, poder elegir, es decir, en secundaria no se seleccionan las materias, en preparatoria no hay margen para hacer su propio horario, sin embargo, en universidad hay más espacio para decidir.
"En esta etapa se puede apropiar de su proyecto de vida basado en sus gustos, por lo que recomiendo hablar con tus hijos sobre todo si se está en el periodo de transición de un nivel a otro, para que sea una decisión tomada con conciencia".
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Mejor integración
Hoy en día los maestros están capacitados para tratar la diversidad, esto quiere decir, que si un chico viene de una escuela pública para cursar sus estudios profesionales a escuela privada, será el docente quien deberá ayudar para evitar la exclusión.
"El maestro tiene herramientas para detectar si esos alumnos viven exclusión y es a base de estrategias que puede generar dinámicas integradoras, el maestro es más sensible a atender ese tipo de situaciones que permitirá alumnos felices".
Además explica, que debe existir vinculación entre universidad y padres de familia, porque si viene de escuela privada a pública, tal vez el joven va a requerir un acompañamiento que le permita fortalecer su seguridad para aceptar esta realidad.
"Las instituciones deben tener claro la diversidad, en medida que estemos cerca de los jóvenes vamos a poder conocer su circunstancia y así estar en condiciones de apoyarlos si lo necesitan. En ambos casos dependerá en mucho la personalidad y seguridad de los estudiantes para lograr sacar con éxito sus estudios y fraternizar con sus pares", concluyó.