Enfado y gritos están presentes en algunas ocasiones cuando se trata de ponerse a hacer la tarea con los hijos, pero ¿cómo se puede ayudar a los niños y niñas en los tareas escolares en casa sin ser los padres de familia o cuidadores quienes terminen haciéndola?
Miss Candy Simental Rea, docente de sexto grado en la Academia Villa de Matel en Gómez Palacio, explica que para ello es necesario implementar algunas estrategias y organización en equipo entre padres e hijos para evitar esta situación.
"A veces los padres podrán llegar a levantar la voz, pero es necesario respirar, tomar tiempo y continuar, si es necesario levantarse y alejarse un momento eso ayudará tanto al niño o la niña como al adulto".
Manifiesta que la organización para hacer la tarea le genera al niño un estado emocional relajado, así como a los padres de familia el no tener estrés, ya que muchas de las veces son quienes llegan agobiados de la jornada laboral y sin ánimos de continuar actividades en casa, es por ello que se requiere ser firmes con los niños pero siempre con dulzura y amor.
Miss Candy nos comparte estas recomendaciones:
1. Hacer equipo papá, mamá, cuidadora e hijos. Es importante mostrar interés por la tarea del niño preguntando si tiene para ese día y en qué consiste. Si alguien más cuida al hijo pueden hacer una llamada o por mensaje preguntar, esto hará ver al alumno que se está al pendiente.
2. Valorar el esfuerzo del niño o niña. Hay quienes son muy hábiles y tienen destreza para enfocarse en lo que van hacer, pero hay otros que necesitan un empujoncito y ahí está la labor de quien lo acompaña, no se debe de criticar o juzgar sino encausarlo de forma positiva para que mejore el trabajo.
3. Premiar al alumno si hace las tareas correctamente pero que estos premios no sean cosas materiales, que sea por ejemplo un tiempo de descanso entre tareas o felicitarlo con palabras que lo motiven a continuar así.
4. Dosificar el tiempo para hacer la tarea, poner un horario específico, ya que un niño puede durar toda la tarde y noche y no terminar sus labores ya que cualquier cosa le sirve de distracción, así que es necesario poner horarios para trabajar.
5. Asignar un espacio para hacer la tarea, éste debe estar libre de distracciones pero en el que pueda colocar sus cuadernos, libros y demás material de trabajo.
6. Cuando los padres terminan haciendo la tarea no favorece al alumno ya que esto les genera baja autoestima y que se sientan inseguros porque sabe que él o ella no trabajaron en hacerla, pero no la hizo por falta de capacidad sino que le hizo falta el apoyo de papá o mamá.
7. Generar estrategias y brindar herramientas para que los niños cumplan con su responsabilidad y en lugar de que le tomen aversión a la tarea le tomen el gusto porque saben que es para reforzar, incluso les ayuda a autoevaluarse.
8. Si todo lo anterior no va acompañado de firmeza pero con dulzura, no va a funcionar, los niños necesitan sentir que alguien los dirija con disciplina y poniendo límites y saber que mamá o papá se interesan en ellos.
"No hay que olvidar que el objetivo de una tarea es reforzar temas que se ven en el salón de clases, lo cual le sirve al niño para repasar lo que vio, al padre de familia para darse cuenta si efectivamente el alumno comprendió el tema y a los docentes a saber qué tanto se apropió del conocimiento", concluyó.