Ante la situación mundial por covid-19 las clases en línea o de forma híbrida continuarán, la comunicación a distancia será necesaria para evitar que niños y adolescentes se contagien, es por ello que la Unicef ofrece una guía para orientar a las familias en cuanto el uso seguro del internet y las redes sociales.
Una de la recomendación es que como adultos responsables se les dé una dirección al uso de la tecnología, tanto a nivel de contenido como el para qué se usan, ya que los niños se desarrollan de forma saludable si están acompañados.
Según la Unicef los adultos tienden a pensar que el riesgo está en la web, sin darse cuenta de que el mayor riesgo está en la calidad del vínculo que tienen o no tienen con los niños, por lo que será indispensable desarrollar una buena comunicación y confianza entre niños y adultos para que, si los más pequeños enfrentan un problema o necesitan ayuda, acudan a los adultos.
Desde que el niño es pequeño se deben desarrollar dos aspectos para que pueda navegar seguro: Las habilidades necesarias para que pueda hacerlo en forma responsable y tener la confianza en el adulto para que pueda pedir ayuda cuando se enfrente al riesgo.
Para que el niño, la niña y el adolescente adquieran las destrezas que necesitan y puedan navegar de forma segura, los adultos deben enseñarles sobre diferentes aspectos, según la etapa de vida en la que se encuentren. Se pueden diferenciar tres etapas distintas: primera infancia (0 a 6 años), edad escolar (6 a 12) y adolescencia (12 a 18).
En la primera infancia, el uso de la tecnología debe estar siempre regulado (en cantidad y en calidad) por un adulto responsable.
Para niños de 6 a 12 años sería el uso de internet debe continuar siendo monitoreado por el adulto, ya que los niños pueden acceder a información para la cual todavía no están preparados. Se les debe enseñar cómo manejar los contenidos que se comparten, sobre todo cuando empiezan a usar las redes sociales o a jugar online.
Los juegos en red debe tener límites y estar regulados por los adultos. En situaciones de confinamiento, debido a la falta de espacios de recreación y vínculos con el otro, los espacios virtuales pueden ser más necesarios. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a las familias los videos de ejercicios en línea y videojuegos que requieren movimiento físico, como una forma de proporcionar tanto actividad física como entretenimiento.
Para los adolescentes de 12 a 16 años Se debe tener en cuenta que los adolescentes pasan horas en las redes sociales, no porque existan los celulares o porque generen adicción, sino porque necesitan mucho tiempo para vincularse. Los adolescentes no quieren que el adulto les diga qué hacer, tampoco quieren que sea su amigo. El vínculo sigue siendo fundamental y lo mejor para construirlo es darles dos mensajes importantes a los adolescentes.
Finalmente la Unicef señala que es importante que los adultos estimulen la capacidad de los niños y adolescentes para manejarse con la tecnología, de la misma forma que desarrollan habilidades para la lectura o las matemáticas.