Deserción escolar en La Laguna, un problema latente

Algunas de las razones que plantea Quistián Contreras son cuestiones económicas, vocacionales o inician con otros proyectos de vida, incluso problemas sociales.

La deserción escolar en muchas ocasiones son por motivos personales. (freepik.es)
Karla Rodríguez
Torreón, Coahuila /

Muchos jóvenes deciden seguir sus estudios en educación superior para buscar mejoras en su futuro laboral y personal. Sin embargo, en ocasiones diversas cuestiones pueden hacer que esta meta merme, incluso que, ya estando en la universidad tengan que desertar, un reto que en La Laguna se ha intentado luchar.

Jesús Joaquín Quistián Contreras, secretario académico de la Universidad Tecnológica de Torreón (UTT), indica que, pese a que se ha tenido un incremento en la cantidad de alumnos que ingresan a la universidad, al momento de egresar, ya sea de Técnico Superior Universitario (TSU) o de Licenciatura e Ingeniería, este número se reduce considerablemente.

“El año pasado tuvimos un ingreso de aproximadamente 4,000 alumnos de todas las carreras, sin embargo, en el egreso se graduaron 690 entre TSU, licenciados e ingenieros. Esta baja es por motivos que son ajenos a la universidad”, declara, pues muchos de estos alumnos dejan truncados sus estudios, pero al final impacta en la situación educativa de cada familia y de la universidad.

Jesús Joaquín Quistián Contreras, secretario académico de la UTT. (Karla Rodríguez)

Esto coincide si se comparan los datos del Observatorio de La Laguna más recientes (2021) sobre el ingreso y egreso de jóvenes a las universidades. En el primer punto, se contó con una matrícula de 15,704 en instituciones privadas y 33,561 en públicas. No obstante, el número baja considerablemente cuando de graduados se habla, siendo solo 2,805 en privadas y 5,400 en públicas.

Algunas de las razones que plantea Quistián Contreras son cuestiones económicas, vocacionales, pues en ocasiones no vienen con la orientación adecuada de lo que son las carreras tecnológicas o inician con otros proyectos de vida, incluso problemas sociales.

“Aunque la universidad les da la canalización para que puedan atender algunos problemas como la drogadicción y alcoholismo, muchos de ellos ya tienen secuelas fuertes en su vida y esto se vuelve difícil”, señala.

Las universidades buscan por diversos medios cuidar la retícula para que sus estudiantes puedan crecer personal y profesionalmente. En el caso de la casa de estudios, se cuenta con un programa de tutorías desde el primer cuatrimestre, al igual que tienen un equipo de acompañamiento psicopedagógico.

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