Dylan Unsworth ha tenido un rápido ascenso en la Liga Mexicana de Beisbol. No solamente logró el primer juego sin hit ni carrera en la temporada, sino que logró la primera victoria en el regreso del Rey de los Deportes a Veracruz con El Águila.
En su primera campaña, el lanzador sudafricano se ha convertido en una de las principales figuras del circuito, además de uno de los artífices del éxito de la novena del puerto, que alza la mano para ser contendiente y buscar la Copa Zaachila.
“Cuando lanzamos y bateamos no creo que haya un equipo que pueda vencernos”, consideró Dylan en entrevista con MILENIO-La Afición. “Tenemos un equipo bastante bueno, sabemos que en el beisbol a veces ganas y otras veces pierdes, pero tenemos el fuego, el impacto y jugamos como una familia; adoro que nunca nos rendimos, sin importar que lo estemos haciendo bien y mal, porque todo el mundo te da palmadas en la espalda y dice: ‘¡Vamos! Está bien’. El apoyo que existe es genial”.
Unsworth es un lanzador excepcional. Nació en Durban y se acercó al beisbol cuando tenía seis años, gracias a que su padre jugó softbol toda su vida. Hoy, con 28 años, puede presumir una trayectoria que le ha permitido jugar en las filiales de los Marineros de Seattle, además de países como Venezuela y Australia.
“Yo quería venir desde hace más de dos años; cuando estuve con Leones del Caracas me fue bastante bien, eso abrió mis ojos al hecho de que podría lanzar en cualquier lugar del mundo”, reconoció. De hecho, la pandemia evitó que pudiera debutar con Pericos de Puebla, pero Dylan considera que “este era el tiempo correcto y perfecto” para llegar a México y unirse al Águila de Veracruz.
El sudafricano se enteró que el nivel de la LMB es similar al de una Liga Triple A y que hay bateadores prometedores, lo que lo motivó a firmar y estar a la altura de las circunstancias. "La verdad es que mis expectativas no han cambiado, todos son buenos y me gusta la cultura mexicana; me ha tomado un poco de tiempo acostumbrarme, pero me la he pasado bien, me han recibido bien y ha sido divertido".
Autor de una hazaña
Hace unas semanas, ante los Diablos Rojos del México, Unsworth entregó una joya en la lomita y lanzó las nueve entradas para lograr el primer juego sin hit ni carrera de la temporada 2021 de la Liga Mexicana de Beisbol; incluso quedándose cerca del juego perfecto, de no ser por el hecho de que regaló una base por bolas a Juan Carlos Gamboa.
De cualquier forma, su actuación estelar ante el México le dio la victoria 8-0 a Veracruz, además de ya tener su nombre en los libros de historia de la LMB (es el sin hit ni carrera número 96 de la liga y el primero desde 2017), además de ser una parte clave para que el Águila pelee puestos de playoffs.
Es por eso mismo que considera aquel juego como uno de los mejores momentos de su trayectoria, pues en 13 años casi nunca había superado los siete innings en el montículo y menos para hacer historia como en aquel juego ante los Diablos Rojos.
“Llegué a la posición en la que no puedo describir el sentimiento, porque hay mucho más detrás del juego sin hits: es el trabajo, el compromiso, el sacrificio, el amor, las lágrimas, cada momento que hay detrás de mí y que me empuja hacia delante, cuando quise renunciar, cuando ya no quería jugar nunca jamás hace dos años. Todo lo que llegó en esa noche fue más que ‘Solo lanzar la pelota si que tiene sentido', así que es más poderoso que solo decir: ‘¡Oh! Solamente es un juego sin hits’”, se sinceró Unsworth con este medio deportivo.
Y es que el capítulo tiene un especial impacto para él, al punto de que llegó a tatuarse un Águila en el brazo, No Hitter y un 28-05-2021, fecha en el que colgó el doble cero a los Pingos.
“Hay mucho más de lo que he hecho antes para llegar a este momento y solamente entender que es todo por lo que he trabajado por trece años, absolutamente todo: el ir y hacer historia de esa forma es más poderoso y especial para mí y mi familia por seguro”.
Curiosamente, el mayor reto de su carrera no es precisamente uno en el montículo, sino el del idioma. El cómo encajar, que la gente te conozca y sepan quién eres, es un desafío que le ha tocado desde que lanzaba en Venezuela. Su esposa, quien domina mejor el idioma, es mejor que él y le ayuda.
“Cuando vine a México, he tenido que intentar encajar, acostumbrarme al lugar y sentirme cómodo, porque si no te sientes cómodo no vas a dar lo mejor, porque te vas a sentir asustado y no vas a brillar, esa es la parte difícil de jugar alrededor del mundo... es un reto jugar en países extranjeros, pero te puedo decir que he encontrado mi lugar en cualquier lugar en el que he estado, soy una buena persona y eso me ayuda a adaptarme”.
Incluso compartió algunas de las palabras que sabe en español para comunicarse. “¿Cómo estás? Bien, bien ¿Y tú? Tranquilito, tranquilo, ven acá, pelota, el balón”, aunque reconoce que todavía debe hablar lento para entender. Por lo pronto, el ver series en Netflix como Pablo Escobar y El Chapo le ayuda a aprender algunas palabras.
Amante de la pesca
Dylan reconoce que Veracruz le gusta, pero no ha tenido la oportunidad de recorrer toda la ciudad, aunque promete que lo hará en cuanto tenga tiempo libre. Por lo pronto, lo que sí ha hecho es ir al acuario y alimentar tiburones, ir a refrescarse en la playa, probar platillos típicos de Veracruz y recorrer el puerto.
De hecho, una de sus pasiones es pescar: desde pesca dura, pesca en puerto o en bote. Llega a ser una gran distracción para relajarse y lanzar en el beisbol. “¿Sabes? En este deporte puedes estar pensando en beisbol todo el día, porque estás en el campo todo el día, así que para relajarme y distraerme me gusta pescar”.
FCM