Cada vez falta menos para que los Diablos Rojos del México estrenen su nueva casa. El estadio Alfredo Harp Helú abrirá sus puertas el próximo sábado 23 de marzo en un juego entre los pingos y una selección de prospectos de los Padres de San Diego, de las Grandes Ligas de Beisbol.
Este recinto será uno de los más atractivos en toda la Liga Mexicana de Beisbol, cuyo costo general fue de 800 millones de pesos, aunque subió a mil 700 millones debido a la instalación del techo en el inmueble.
El establecimiento estará equipado para recibir a más de 20 mil aficionados que gusten de ver al Rey de los Deportes, así como aquellos que quieren incursionar en el mundo de la bola caliente.
La experiencia de los asistentes a este complejo deportivo será completa. Además del diamante, el estadio Alfredo Harp Helú tiene un Salón de la Fama y un Museo del Beisbol, con algunos artículos y artículos relacionados con la novena más ganadora de la LMB, con 16 campeonatos.
Su estructura cuenta con seis basamentos que semejan pirámides, las cuales darán la bienvenida a los que vayan, mientras su techo, que asemeja a una trinchera, tiene un peso que oscila entre las 500 y las 700 toneladas.
Además, para aquellos que no puedan presenciar con claridad todas las jugadas, el recinto alberga dos pantallas gigantes, colocadas en los costados del campo. Para facilitar el acceso a los aficionados de la tercera edad y con capacidades diferentes, se instalaron cuatro elevadores, que conectan con la parte superior de las gradas.
En el interior, existe una tienda oficial del equipo con dos niveles, un restaurante, una reja diseñada por el artista plástico Francisco Toledo, un mini estadio especial para niños, un gimnasio y una jaula de bateo.