Los Diablos Rojos del México dejaron en claro una cosa: su regreso a la Serie del Rey es con mucha fuerza. Los pingos tomaron la iniciativa al ganarle por 14-6 a Sultanes de Monterrey en la serie por el campeonato de la Liga Mexicana de Beisbol, tras un choque bastante apretado pero en el que el relevo de los Fantasmas Grises sufrió en el Estadio Alfredo Harp Helú.
La ofensiva escarlata fue eficiente en casi todo el line up: José Marmolejos tuvo cuatro producidas y solo Franklin Barreto se quedó sin remolcadas, el resto de sus compañeros tuvieron por lo menos una empujada para la novena capitalina. El primera base originario de Nueva Jersey fue el bate más prendido de la noche, ya que además de sus cuatro empujadas también tuvo dos imparables y dos anotadas.
Comienzos con poderío
Fue un inicio rápido para Sultanes. José Bravo negoció la primera base con Ramiro Peña y Roberto Valenzuela conectó una línea al jardín derecho para poner corredores en primera y segunda; Víctor Mendoza bateó un rodado para doble play, pero un doble de Asael Sánchez remolcó a Peña para la primera carrera de la noche para Monterrey.
El primer imparable de los Diablos Rojos llegó en el segundo episodio y lo hizo en gran manera. Juan Carlos Gamboa fue certero con el pitcheo de Julio Teherán y lució con un jonrón entre los jardines derecho y central para empatar el juego. Con corredores en las equinas, Moisés Gutiérrez conectó un elevado de sacrificio que le permitió a Arístides Aquino llegar a la caja registradora y poner a los locales adelante con un 2-1 en la pizarra.
Inspiración regia
Los Sultanes tuvieron réplica en el tercer inning cuando Asael Sánchez tuvo su segunda producida de la noche con una línea al jardín derecho que remitió a Roberto Valenzuela al pentágono y el empate a dos carreras.
Encendidos, los Fantasmas Grises llenaron la casa en la tercera entrada cuando Christian Villanueva y Carlos Soto se pusieron en circulación y José Cardona recibió el pasaporte. Ante tal situación, Lorenzo Bundy sentó a Bravo y mandó a Conner Menez para tratar de apaciguar el fuego. Un rodado de Javier Salazar fue para doble play, pero Villanueva tuvo tiempo de llegar a home y Peña impulsó a Carlos Soto para que Monterrey se fuera 4-2.
El México no se dejó
La distancia la recortó Patrick Mazeika en la parte baja de la quinta entrada al castigar a Teherán con un poderoso bambinazo hacia el prado derecho, con lo que los Rojos se acercaron 4-3. Robinson Canó, quien en sus dos turnos anteriores había fallado con doble play y una rola de out, encontró el batazo oportuno en una línea que mandó a Barreto a tercera. Un elevado de sacrificio de Marmolejos derivó en un empate a cuatro carreras.
Jorge Rondón reemplazó a Teherán en el montículo y Aquino le dio la bienvenida con un sencillo con elevado que empujó a Canó para volver a la delantera; Diosbel Arias conectó una línea que remolcó al Haper Gamboa y Aquino anotó tras un error de José Cardona en el lanzamiento hacia la tercera base, con lo que los pingos ampliaron su ventaja a 7-4.
La situación se le complicó a Menez y aunque fue suplido por Jake Sánchez, Monterrey no tardó en llenar las bases y hacer impacto en la pizarra. Una rola de Valenzuela y un elevado de sacrificio de Mendoza produjeron un par de carreras con las que Sultanes se colocó a una de diferencia (6-7).
Roberto Kelly mandó a Zach Muckenhirn con la tarea de contener los batazos escarlatas, pero Canó y Marmolejos le recetaron dobles para aumentarle dos rayitas a la pizarra (6-9), por lo que el relevo no tardó y Richard Rodríguez fue al centro del diamante. Fly de sacrificio de Pirela trajo la décima del México en los spikes de Marmolejos.
Para el octavo episodio, Canó se envasó por un error de Javier Salazar en el fildeo y Mazeika anotó; en el siguiente turno, Marmolejos pegó una línea y remolcó a Robinson y a Barreto; el de Nueva Jersey no solo produjo, también anotó la 14 con sacrificio de Arias y Monterrey no sumó más carreras. Todo seguirá este jueves con el Juego 2.