Este 1 de febrero se celebra el Día Nacional del Ajolote, anfibio que juega un papel vital dentro de los ecosistemas y cultura mexicana. enfrenta la amenaza crítica de la extinción en México.
Esta salamandra posee además características poco usuales, como su tremenda capacidad regenerativa, que le permite autocurarse e incluso 'reponer' partes de su cuerpo.
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En 2005 un grupo de investigadores realizó una resección ventricular a un axolote (mejor conocido en el mundo científico como Ambystoma mexicanum) en otras palabras, cortó de manera parcial una de las dos cavidades inferiores de su corazón.
Fue así que encontraron que este pequeño anfibio y protagonista de los billetes de 50 pesos poseía una mayor capacidad regenerativa que la que tienen otros mamíferos adultos, pues recuperó la estructura de su órgano.
De acuerdo con las investigaciones, los hallazgos fueron sorprendentes, ya que tras el corte realizado se notó un aumento en la formación de células musculares cardiacas (o cómo dirían los investigadores: hiperplasia de cardiomiocitos).
Y es que si bien se ha confirmado que los vertebrados poseen una capacidad regenerativa, esta es limitada y suele verse mayormente en las etapas más tempranas de su vida.
Por ejemplo, en el caso de los humanos, la regeneración del corazón aún se encuentra siendo investigada, pues la capacidad del cuerpo para hacerlo a lo largo de su vida es mínima.
De acuerdo con lo declarado por el Dr. Mauro Giacca durante la CNIC Conference 2022 ‘Cardiac Regeneration: from Mechanisms to Therapy’, más de allá de las heridas de amor, esto se traduce en que, cuando una persona sufre una enfermedad cardiaca (como un infarto) y parte del órgano muere o se necrosa, no hay forma de recuperar las células perdidas.
Volviendo a lo encontrado en las investigaciones realizadas en el corazón del Ambystoma mexicanum se reveló que el espacio formado por el corte en el corazón fue ocupado de manera gradual por tejido muscular sin presentar alteraciones en la función del órgano.
Este proceso se consiguió principalmente gracias al aumento de producción de cardiomiocitos, y sin alteraciones en el tamaño del corazón. En otras palabras: se ha visto que si tienen una herida en el corazón, se regenera sin dejar cicatriz y este sigue funcionando normalmente.
La sorprendente capacidad de reconstruirse a sí mismo
Además de curarse las heridas del corazón, la salamandra también posee la habilidad de regenerar células mucho más complejas: las de sus cerebros.
De hecho, el 2022, investigadores del laboratorio de Treutlein en ETH Zurich, en Suiza, y el Laboratorio de Tanaka en el Instituto de Patología Molecular en Viena, Austria, realizaron un mapeo del cerebro del ajolote en el que evidenciaron que la especie regenera todos los tipos de células cerebrales, incluyendo las neuronas, es decir las conexiones.
Según los experimentos, el axólotl, (como era conocido en la cultura azteca) puede crear una réplica casi perfecta de diversas partes de su cuerpo, incluyendo la mitad de su cerebro.
El “superpoder” de la salamandra continúa siendo estudiado, de hecho, con el fin de conocer más sobre él se han buscado más respuestas en la lectura de su genoma. Lo que se ha encontrado hasta ahora es que la secuencia de su información genética es diez veces mayor a la del humano.
Actualmente, se llevan a cabo investigaciones para hallar las instrucciones precisas que se encuentran cargadas en el código genético del ajolote y con las que se hace posible la capacidad de regeneración.
Este animalito, con cara de emoji sonriente y ampliamente estudiado, es endémico de la cuenca de México y actualmente se encuentra en peligro de extinción ante el deterioro que ha sufrido su hábitat.
LHM