Usar un cubrebocas de tela sobre otra mascarilla de procedimiento quirúrgico, o bien, ajustar lo mejor posible un cubrebocas quirúrgico al rostro, anudando las orejeras, aumentó la protección del usuario en más del 90 por ciento, según un estudio de los Centros estadounidenses para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
“Se estimó que el mejor ajuste logrado al combinar estos dos tipos de máscara, específicamente una máscara de tela sobre una máscara de procedimiento quirúrgico, podría reducir la exposición de un usuario en más del 90%”.
Durante enero, los CDC realizaron experimentos para evaluar dos formas de mejorar el ajuste de las mascarillas, cuyos resultados fueron publicados este miércoles, en el artículo “Maximización del ajuste de las máscaras de tela y procedimientos médicos para mejorar el rendimiento y reducir la transmisión y exposición al SARS-CoV-2”.
Los resultados del primer experimento demostraron que el cubrebocas quirúrgico no anudado bloqueaba el 42 por ciento de las partículas de una tos simulada y la máscara de tela sola bloqueaba el 44%, pero al usarlo doble la protección aumentó.
“La combinación de la mascarilla de tela que cubre la mascarilla del procedimiento médico bloqueó el 92.5 por ciento de las partículas de tos”, indica el reporte.
En el segundo experimento, al colocar una mascarilla de tela sobre otra desechable de procedimiento quirúrgico y en otro caso, al anudar un cubrebocas desechable procedimiento quirúrgico se redujo la exposición acumulada del receptor que no tenía mascarilla en un 82.2% y 62.9%, respectivamente.
“Cuando la fuente y el receptor estaban equipados con máscaras dobles o máscaras anudadas, la exposición acumulada del receptor se redujo en un 96.4% y 95.9%, respectivamente”.
El estudio encabezado por John T. Brooks de los CDC, hace hincapié en que los hallazgos de estas simulaciones no deben generalizarse a la efectividad de todas las mascarillas quirúrgicas o cubrebocas de tela, “ni deben interpretarse como representativos de la efectividad de estas máscaras cuando se usan en entornos del mundo real”.
También sostiene que estos experimentos no incluyeron ninguna otra combinación de cubrebocas, como tela sobre tela, quirúrgico sobre quirúrgico, o quirúrgico sobre tela. No obstante, sostienen que el uso de cubrebocas es una de las principales medidas para reducir la tasa de contagios de covid-19, mientras los gobiernos logran inmunizar a la mayoría de la población.
“Hasta que se logre la inmunidad de la población inducida por la vacuna, el enmascaramiento universal es un medio muy eficaz para frenar la propagación del SARS-CoV-2 cuando se combina con otras medidas de protección, como el distanciamiento físico, evitar multitudes y espacios interiores mal ventilados y una buena higiene de las manos”.
Asimismo, indican que el control de la transmisión del SARS-CoV-2 es fundamental no solo para reducir los efectos generalizados de la pandemia de covid-19 en la salud humana y la economía, sino también para ralentizar la evolución viral y la aparición de variantes que podrían alterar la dinámica de transmisión o afectar la utilidad de los diagnósticos, los tratamientos terapéuticos y la efectividad de las vacunas.
JLMR