Pese a que aún persiste el frío intenso, propio de la temporada invernal, hay regiones de México en las que ya se espera un calor de hasta 40 °C. El culpable de estas condiciones opuestas es un anticiclón, cuya presencia se da en medio de la llegada de varios frentes fríos y una tormenta invernal.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) define a los anticiclones como una zona de alta presión atmosférica que provoca tiempo estable y ausencia de precipitaciones. Cuando este se encuentra en el hemisferio Norte rota de la misma manera que el sentido de las manecillas del reloj y cuando se presenta en hemisferio Sur es al revés.
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A diferencia de las depresiones atmosféricas, en los anticiclones, el aire desciende, como si se hundiera, lo cual provoca que en el proceso se caliente y la humedad se pierda, impidiendo la formación de nubes. Es por esta razón que en verano, los anticiclones traen consigo un clima seco y caluroso.
De acuerdo con el pronóstico más reciente, emitido por el SMN, se espera que la presencia de la circulación anticiclónica (ubicada a niveles medios de la atmósfera y sobre el Pacífico central mexciano y el centro México), despeje el cielo y provoque una subida en las temperaturas en diversos puntos del país.
¿Qué los hace ‘peligrosos’?
Un ciclón tiene la capacidad de provocar lluvias, por su parte, un anticiclón hace lo contrario y con su paso reduce la posibilidad de precipitaciones, ya que no permite la formación de nubes.
Sin lluvias a la vista, lo que puede esperarse es que lleguen temporadas de sequía. Un claro ejemplo de ello es lo que actualmente se experimenta en España: la situación anticiclónica (que ha dejado escasez de precipitaciones) ha provocado un descenso en la reserva de agua en los embalses que acumula actualmente 50.1 % de su capacidad total.
Además de la escasez de agua, los anticiclones pueden traer consigo temperaturas insoportables.
Basta recordar lo que ocurrió en 2017 con la llegada del anticiclón "Lucifer". Este factor meteorológico procedente de África terminó desatado una ola de calor extremo en Italia con temperaturas por encima de los 40 grados centígrados en todo el país e incluso sensación térmica de hasta 53 grados en el sur.
El nombre de "Lucifer" no fue fortuito, las altas temperatura que generó estuvieron acompañadas de una serie de incendios forestales y una sequía extrema, sobre todo en el centro y sur del país.
¿Qué se prevé para México con el anticiclón?
Un anticiclón en invierno es uno de día y otro de noche: por un lado, propicia temperaturas un poco más altas de lo normal en algunas regiones cuando el sol se encuentra en lo alto, mientras que durante la noche comienza a enfriarse debido a que con los cielos despejados el calor se escapa.
Además, en condiciones frías, los anticiclones también pueden provocar niebla y neblina. Esto se debe a que el frío obliga a que la humedad del aire se condense en altitudes bajas.
De acuerdo con el pronóstico del SMN (extendido a 96 horas) la circulación anticiclónica se va a mover sobre el centro, sur y sureste de México.
Esto va a hacer que durante las tardes haga calor, el cielo esté despejado y casi no llueva en la mayoría de las partes del país (excepto en el noroeste y norte), mientras que en las noches y madrugadas el ambiente se va a poner frío, con posibilidad de heladas en los estados del norte, noreste, centro y oriente del país.
Cabe agregar que los estados en los que se prevé que haga más calor son Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero en donde se esperan temperaturas máximas de entre 35 y 40 °C.
Anticiclones, canícula 2024 y ondas de calor
El Centro de Prevención de Desastres (Cenapred) define a las ondas de calor como el periodo de más de tres días consecutivos con temperaturas por arriba del promedio.
El año 2023 estuvo marcado por este tipo de fenómenos con los que algunos estados de México llegaron a experimentar temperaturas de más de 50 °C durante el mes de julio.
El origen de estas olas de calor intenso fue la presencia de un anticiclón en niveles altos de la atmósfera, el cual favoreció un ambiente diurno muy caluroso sobre el noroeste, norte, noreste y occidente de la República Mexicana.
Tomando en cuenta esto, no es de extrañar que la canícula esté asociada con un anticiclón. ¿Qué es la canícula? De acuerdo con el Conapred, es un periodo de tiempo en el que las temperaturas aumentan considerablemente debido a un calentamiento excesivo del aire, cielos despejados y una disminución en la precipitación (lluvia).
En México, los estados que más se ven afectados por este fenómeno son Veracruz, Tabasco, Tamaulipas, Nuevo León, San Luis Potosí, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
De acuerdo con Alexandro Medina Chena y Rafael Villegas Patraca, investigadores del Instituto de Ecología de México (INCOL), este fenómeno está relacionado con el anticiclón de las Azores, mismo que se encuentra sobre el océano Atlántico.
Durante el verano, esta especie de "burbuja" se hace más fuerte y se expande hacia México y otras regiones tropicales, lo que intensifica la influencia de ciertos vientos, conocidos como vientos alisios, en una zona llamada la Zona de Convergencia Intertropical.
Al expandirse el anticiclón se forman menos nubes y disminuye la probabilidad de lluvia, por lo tanto hay días más soleados, calurosos y con menos lluvias.
LHM