Junio de 2012 fue un mes intenso para el Zócalo de la Ciudad de México, en ese periodo la Plaza de la Constitución se convirtió no solo en el escenario de Justin Biber sino también en el terreno perfecto para la formación de un tornado que arrasó con árboles, postes y hasta un campamento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Eran alrededor de las 17:40 horas del primer día del mes. Las y los docentes se encontraban realizando un plantón para manifestar su rechazo en contra de la “Evaluación Universal”, reforma impulsada por el gobierno federal en turno.
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Sin embargo, ni los docentes, ni los sistemas de monitoreo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), anticiparon lo que iba a suceder: las carpas que usaban en ese entonces como refugio terminaron volando por los aires ante la presencia de vientos de entre 90 y 110 kilómetros por hora, como dio a conocer la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tiempo después.
El apodado ‘mini tornado’ dejó daños a lo largo de 8 kilómetros: se contabilizaron más de 100 árboles derribados, la destrucción de 22 vehículos, el colapso de nueve anuncios espectaculares, más de una decena de postes caídos, interrupción del suministro eléctrico y 35 personas con lesiones de leves a graves, como detalla en su informe el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Las alcaldías afectadas fueron Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero: pese a que el tornado duró menos de un minuto, tuvo tiempo suficiente para afectar a Tlatelolco y la colonia Centro, arrasando con todo a su paso.
El ‘furioso’ tornado ocasionó que quienes iban en la calle buscaran un lugar seguro tan pronto como sintieron el peligro cerca: edificios para resguardarse, paradas de autobús o vigas de las que pudieran sujetarse para no ser arrastrados por el viento.
En áreas comerciales, los dueños de tiendas ayudaron a las personas ofreciéndoles refugio en sus tiendas. En medio de la confusión y falta de claridad de lo que sucedía, el entonces sacerdote de la Catedral Metropolitana decidió evacuar a los feligreses de la iglesia.
¿Por qué ocurrió?
Según lo señalado por Conagua, un fenómeno meteorológico de vientos cruzados fue lo que dio el nacimiento del tornado.
tornadosCómo se forman
De acuerdo con el Servicio Nacional del Clima de Estados Unidos los ingredientes atmosféricos clave que conducen al potencial de un tornado son la inestabilidad (aire cálido y húmedo cerca del suelo, con aire seco más frío en lo alto y cizalladura del viento), un cambio en la velocidad y/o dirección del viento con la altura.Una masa de aire inestable promueve el desarrollo de fuertes corrientes ascendentes, mientras que la cizalladura del viento aumentará aún más la fuerza de la corriente ascendente y promueve la rotación a partir de la cual se producen los tornados.
Sin embargo, pese a que resultó 'atípico', no es la primera vez que se registran tornados en el centro del país, de acuerdo con Jesús Manuel Macías, Doctor en Geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estos violentos fenómenos meteorológicos han existido siempre.
“Particularmente, dichos fenómenos se han presentado en la Ciudad de México con regularidad peligrosa. Podemos encontrar referencias de la ocurrencia de éstos, incluso desde la época prehispánica”, señala el investigador en su artículo Vulnerabilidad social en la Ciudad de México frente a tornados (2013).
En su investigación (en la que entrevistó a diversas personas afectadas durante el evento) encontró que durante el tornado, la mayoría de las personas que resultaron heridas fueron maestros de la CNTE: de aproximadamente 250 personas en los campamentos, 27 resultaron heridas.
A pesar de la gravedad del tornado, casi todos los encuestados (99%) dijeron que no recibieron ningún tipo de alerta. Cabe señalar que en aquella ocasión y de manera paralela, se registró otro tornado en el Estado de México.
Así se vivió el tornado en Tlatelolco
El video fue captado cerca del mercado de Sarabia de la colonia Ex-Hipodromo de Peralvillo.
Los tornados más intensos de México
La historia de México y los tornados es larga, existen registros que datan del siglo XVIII y pertenece al científico novohispano Antonio Alzate, quien en su descripción topográfica aseguró que eran fenómenos comunes en el Valle de México.
"Las trombas, tifones, o culebras de agua, como las nombran aquí, se presentan muy a menudo en este valle".
Un siglo más tarde Brasseur de Bourbourg, historiador y arqueólogo francés, aseguró que el "tornado es un fenómeno muy común y sumamente notable" en el país.
Así lo señaló el Dr. Oscar Velasco Fuentes, investigador del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), quién añadió en 2015 (durante una conferencia) que en México, el tornado más destructivo del que se tiene registro ocurrió el 10 de mayo de 1899, su presencia derivó en la muerte 22 personas en Hondo, Coahuila.
En esta misma entidad se han experimentado otros tronados de gran intensidad, como el que se registró el 24 de abril de 2007, en Piedras Negras (provocó la muerte de 3 personas) o el más reciente que ocurrió el 25 de mayo de 2015, en Ciudad de Acuña (se registraron 14 muertes y múltiples daños materiales).
LHM