El bebé al que presuntamente le dieron dos onzas de leche con alcohol en el Hospital Rodolfo Torre Cantú, tiene dañada la retina del ojo derecho, confirmaron los papás, quienes aseguran que el menor ya fue valorado por varios especialistas.
Clarisa Arteaga Gaytán y Roberto Carlos Gómez, papás del menor, explicaron que decidieron someter a varios estudios a su hijo para descartar que tenga dañados algunos órganos por la ingesta del alcohol.
Así fue como lo llevaron al Hospital Infantil de Ciudad Victoria, donde le hicieron pruebas de sangre y de orina, también lo revisó un oftalmólogo, que confirmó que el bebé tenía un daño en la retina derecha.
Indicaron que se dieron cuenta que el niño presentaba una afectación en la vista, pues batallaba mucho para abrirlos, por esa razón decidieron que lo viera un especialista. Los señores comentan que inclusive el lavado gástrico que le hicieron al pequeño en el hospital, tras la sospecha de haberle dado, por equivocación, a beber alcohol, estuvo mal, razón por la que se le dañó la retina.
"Se le hicieron exámenes de sangre y orina para saber si aún había presencia de alcohol en la sangre, para descartar que en su hígado y riñón tenga secuelas, también lo vio un oftalmólogo, nos preocupa mucho su ojito derecho tiene daño en la retina y pues nos comentó el oftalmólogo el daño en su retina fue por que consumió alcohol y no se hizo el lavado gástrico de forma correcta, como se debía. Porque él es un bebé y sus órganos y retinas son más débiles, el alcohol lo primero que le daño fue su ojito derecho, batallaba para abrirlos", indicó la preocupada mamá.
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Revisión fue para descartar daños internos
Ellos querían en primer lugar descartar que el bebé tuviera daños en el hígado o el riñón, donde por fortuna no hay nada, pero el diagnóstico que hizo el oftalmólogo ya fue anexado a la denuncia penal que se presentó ante la Fiscalía General de Justicia en Altamira.
Los señores indicaron que los gastos en consultas los están costeando ellos, sin embargo no están pidiendo una indemnización, sólo quieren que haya atención médico para sus hijo, pero además que se haga justicia y las personas que cometieron el error reciban un castigo, pues su bebé pudo haber muerto.
Los hechos ocurrieron cuando el niño nació en el hospital, y presuntamente le tuvieron que hacer un lavado gástrico, pues había el temor de que por equivocación hubiera ingerido alcohol en su fórmula de leche.