La Bóveda Global de Semillas de Svalbard (Noruega), conocida como el Arca de Noé de los cultivos y situada en el Ártico, alcanzó este martes el millón de muestras almacenadas en su interior gracias al mayor depósito realizado desde que fue inaugurada hace más de una década.
El Gobierno noruego, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico impulsaron este proyecto que culminó en febrero de 2008 con la apertura de la que también se conoce como la bóveda "del fin del mundo".
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'El arca de Noé del fin del mundo'
Se trata de un depósito seguro, construido en una cueva excavada en una montaña, de duplicados de semillas de cultivos alimentarios para protegerlos frente a fenómenos extremos como el cambio climático que atentan contra la biodiversidad y los cultivos sobre la tierra.
Representantes de 36 organizaciones de 33 países participaron en la ceremonia celebrada en el exterior de la bóveda, que ahora contiene muestras de 5 mil especies distintas, donadas por 85 depositarios.
Excavada a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca, situada a las afueras de la localidad de Longyearbyen, la bóveda "del fin del mundo" es impermeable a fenómenos como la actividad volcánica, los terremotos y la radiación.
Las semillas están almacenadas a 18 grados bajo cero y en caso de fallo eléctrico, el permafrost ártico (capa permanentemente helada) del exterior actuaría como refrigerante natural.
Pero los efectos del cambio climático han empezado a notarse también en el Ártico, lo que obligó a realizar el año pasado una mejora de las instalaciones, tanto en su estructura como en materia de seguridad, en previsión de un clima más cálido.
Así, se invirtieron unos 20 millones de euros en varias reformas, que incluyen la construcción de un nuevo túnel de acceso resistente al agua.
Nuevas semillas americanas
Entre las instituciones que han hecho nuevos aportes, más de 60 mil muestras en total, figuran el colombiano Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), que ha donado esta vez variedades de guisante de mariposa, trébol, sorgo y frijoles.
El mexicano Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el peruano Centro Internacional de la Papa (CIP) también han participado en la nueva ronda de depósitos, al igual que la Universidad de Costa Rica, que aporta variedades de tres especies de arroz nativo, incluyendo dos salvajes.
La representación latinoamericana la completa la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), que ha enviado variedades de cultivos como la cebolla, el melón y la guindilla.
"Esta entrega es especialmente oportuna", afirmó en la ceremonia la primera ministra noruega, Erna Solberg, recordando que 2020 es el plazo límite para que cada país proteja su rango genético de cultivos, con vistas a lograr en 2030 el objetivo de desarrollo sostenible de la ONU de acabar con las hambrunas.
lnb