Estados Unidos está listo para cerrar sus fronteras a los viajeros de Sudáfrica, Zimbabwe, Botswana, Eswatini, Lesotho, Malawi, Mozambique y Namibia para limitar la propagación de la variante de covid-19 llamada ómicron, que la Organización Mundial de la Salud etiquetó el viernes como una variante preocupante.
La ciudad de Los Ángeles planea comenzar a hacer cumplir uno de los mandatos de vacunación más estrictos del país: los restaurantes, cafeterías, museos, teatros y otros lugares cerrados deben verificar que los clientes estén vacunados antes de permitirles ingresar, o enfrentar multas hasta de 5 mil dólares.
Para el gobernador Gavin Newsom, los desarrollos subrayan los desafíos que probablemente definirán gran parte de su cargo de gobernador: mantener a los californianos a salvo del covid-19 y mantener a flote las pequeñas empresas del estado.
El Departamento de Salud Pública de California dijo el domingo que planea aumentar las pruebas de covid-19 en los aeropuertos que atienden a viajeros del sur de África, rastrear la variante a través de la secuenciación genética y continuar promoviendo las vacunas y las inyecciones de refuerzo.
mg