En promedio, al año, en el estado de Puebla fallecen 150 menores de 21 años a causa de algún tipo de cáncer, la mayoría, en 50 por ciento de los casos, por leucemia linfocítica aguda que ocurre cuando una célula de la médula ósea presenta errores en su ADN.
Rocío Baños Lara, directora del Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), explicó que, en el estado se presenta una tasa de mortalidad por cáncer en menores de 5.6 por cada 100 mil habitantes.
“En Puebla, 158 menores de 21 años perdieron la vida, eso es el dato de un año, pero podemos extrapolarlo a otros datos. La tasa de mortalidad en ese año fue de 5.6 por cada 100 mil habitantes. Estamos actualmente recabando información y muestras de especímenes biológicos de los pequeños con cáncer”, apuntó.
Entre los menores, los principales tipos de cáncer que llegan a desarrollar los pacientes pediátricos son las denominadas leucemias agudas que son el desarrollo de células inmaduras cuya acumulación progresiva se acompaña de una disminución de la producción de las células sanguíneas normales. Dentro de las leucemias agudas existen dos grandes grupos, dependiendo del tipo de célula que prolifera, la leucemia linfoblástica si la célula tiene un origen linfoide, o leucemia mieloblástica si la célula neoplásica es de origen mieloide.
“El principal tipo de cáncer son las leucemias agudas, más de 50 por ciento, cerca del 60 por ciento, a veces, son leucemias agudas, principalmente, leucemia linfocítica aguda y leucemia mieloide aguda”, explicó la investigadora.
La investigadora de la Facultad de Medicina de la UPAEP destacó que, para las familias con un paciente con cáncer, la situación se complica porque los tratamientos son costosos, ya que, una sola dosis de algún medicamento puede superar los 30 mil pesos.
“Como cualquier enfermedad crónica, el tratamiento es prolongado, varía mucho de medicamento a medicamento. El tipo de tratamiento que se implemente. Hay casos muy específicos en los que una sola dosis puede costar hasta 30 mil pesos y se requieren mucho más de una dosis, depende del tipo de medicamento, depende de la evolución, pero puede llegar a ser muy costoso”, expresó.
De forma adicional al costo de los medicamentos, las familias requieren brindar atención permanente al integrante que tiene cáncer, de tal forma, que, en diferentes ocasiones, el padre o la madre deben retirarse del trabajo.
“Cualquier familia puede ver muy afectado su patrimonio con una enfermedad de este tipo. A veces, uno piensa que lo más importante y lo más costoso es el medicamento y sí, pero tenemos que pensar en todo lo que implica que un papá o una mamá dejen de trabajar, que, en muchas ocasiones, son el sustento en el 50 por ciento o en 100 por ciento de la familia. No es solo el medicamento sino todo lo que se requiere alrededor como desplazarse, los alimentos que se tienen que consumir”, destacó.
Recordó que, ante las necesidades que enfrentan las familias y con el objetivo de desarrollar líneas de investigación que generen conocimiento sobre el cáncer para impactar en mejorar y elevar la expectativa de vida de los niños diagnosticados con cáncer, se creó en 2015 el Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza de la UPAEP.
AAC