La verdad detrás de la ‘ceguera por eclipse’: en qué casos la gente ha perdido la vista

Tras la difusión de un video falso, se avivaron mitos y realidades sobre lo que puede ocasionar ver este tipo de fenómenos astronómicos.

Las afectaciones a la vista tras ver un eclipse solar sin protección pueden presentarse tiempo después | Foto: GABRIELA PÉREZ MONTIEL
Lizeth Hernández
Ciudad de México /

Desde la época de Platón hasta el día de hoy se han registrado casos de personas a las que el Sol 'les robó' la vista. Probablemente, uno de los más famosos fue el del astrónomo Galileo Galilei.

Y es que se cree que, debido a su trabajo observado el cielo, sus ojos se fueron deteriorando poco a poco, hasta quedar ciego.

Sin embargo, más allá de la profesión que se ejerza, y contrario al proceso paulatino del científico, muchos de los casos de daño a la vista  asociados a la observación de los astros se han presentado en cuestión de minutos.

Recientemente, se viralizó el video en el que un niño asegura haber perdido la vista, esto luego de quitarse los lentes especiales para observar un eclipse solar. Si bien se trata de un video de broma, en redes se ha señalado que se trata de una puesta en escena, lo cierto es que estos fenómenos astronómicos sí han sido los detonantes de daño ocular severo.

Los casos que se han presentado en el mundo

El pasado 8 de abril algunas ciudades de Canadá, Estados Unidos y México experimentaron un eclipse solar total que oscureció la mañana por varios minutos. Poco después de que se registrara el evento, en México hubo un aumento en las búsquedas para saber “por qué duelen los ojos”, mientras que otros usuarios en redes aseguraron que sus pupilas se habían “deformado” luego de ver el eclipse sin protección.

Pasados dos días desde el eclipse, no se han contabilizado de manera oficial personas con daño ocular, sin embargo, en 1991, año en que se presenció este mismo fenómeno en territorio mexicano, se confirmó que la visión de 21 personas se vio afectada tras ver fenómeno natural sin protección.  

El territorio mexicano no es la excepción, a lo largo del mundo también se han documentado más casos.  

Por ejemplo, durante el eclipse de 1962 en Hawái, se encontró que 21 personas sufrieron retinopatía solar, es decir, una parte de su retina sufrió lesiones ante la exposición de la radiación del Sol.

Reino Unido vivió una situación similar años después: el 11 de agosto de 1999, miles de personas se dispusieron a mirar al cielo para ver como la luna ‘devoraba’ al sol. En aquel entonces, tras un exhaustivo análisis por parte de cuatro miembros del Departamento de Oftalmología del Queen Mary's Hospital, se detectó que 70 personas habían experimentado pérdida visual tras observar el eclipse.

Eclipse solar total del 8 de abril de 2024 fue visible en ciudades de Estados Unidos, Canadá y México. | Foto: Rolando Riestra

La edad promedio de las personas afectadas fue de entre 12 y 29 años. Cuando los oftalmólogos revisaron a los pacientes, la mayoría tenía una anormalidad en su retina, como si el eclipse hubiera dejado un sello sobre ellas. Según lo expresado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) esto se dio debido a que se produjo una lesión térmica o fotocoagulación, que destruye algunas células de los ojos, creando una pequeña zona ciega.

En 2011, un grupo de investigadores del Departamento de Oftalmología, Centro Médico de la Universidad Soroka, siguieron de cerca a cuatro pacientes que sufrieron retinopatía aguda grave luego de ver un eclipse que se presentó el 4 de enero de ese año.

La mayoría de los pacientes veía borroso, otros más agregaron que tenían algo en el ojo que obstruía su campo de visión, según lo expresado en el informe. Y es que, de acuerdo con los oftalmólogos a cargo del estudio, la retinopatía solar puede presentar los siguientes síntomas:

  • Agudeza visual reducida: es decir, la visión no es tan clara como solía ser.
  • Escotomas centrales: Son como pequeñas manchas oscuras que aparecen en el centro del ojo, lo que impide la visión en ciertas áreas.
  • Cromatopsia: Esto hace que los colores se vean de manera diferente a la habitual.
  • Fotofobia: significa que la luz resulta más molesta de lo normal.
  • Metamorfopsia: Ocurre cuando las líneas rectas parecen onduladas.

Bosque Urbano de Torreón durante el punto máximo del eclipse solar. | Foto: Lili Figueroa

¿Los daños son para siempre?

Los efectos negativos en los ojos se producen debido a que la luz visible intensa causa daño en los conos y bastones sensibles, con ello se desencadena una serie de reacciones químicas complejas dentro de las células que afectan la capacidad de responder a un estímulo visual e incluso en casos extremos pueden destruirlas.

De ahí que la pérdida de la función visual puede ser temporal o permanente, según la gravedad del daño. Por ejemplo, en Hawái, la mayoría de los pacientes que notaron una visión borrosa tras el eclipse se habían recuperado por completo al día siguiente.

En el caso del eclipse de 1999, las lesiones más graves persistieron después de un año solo en 7 pacientes. Sin embargo, no se registraron casos de pérdida visual permanente. 

“Corrobora la evidencia anterior de que es probable que la morbilidad visual sea temporal”, señalaron los doctores en el estudio publicado en 2001.

En la literatura médica se ha reportado que la ceguera por exposición a los rayos solares no se presenta de manera absoluta (es decir, una persona no pierde la vista por completo), sin embargo, algunos sectores de la visión pueden quedar dañados.

Según lo explicado por el profesor de optometría B. Ralph Chou, al medio livescience, hay más de 100 casos documentados de daños oculares graves y permanentes ocasionados por mirar un eclipse solar por demasiado tiempo.

El peligro para la visión es significativo, ya que las lesiones fóticas de la retina ocurren sin ninguna sensación de dolor (ya que no hay receptores de dolor en la retina), como explica el Dr. Donald G. Pitts en su libro Environmental vision: Interactions of the eye, vision, and the environment (1993).

Además, los efectos visuales no ocurren durante al menos varias horas después de que se produce el daño, estudios señalan que los síntomas generalmente se presentan entre 1 y 4 horas después de la exposición.

El eclipse de 1991 en México

Han pasado casi 33 años desde que aproximadamente 50 millones de personas en la República Mexicana pudieron apreciar un eclipse total de Sol. En aquel entonces, y según lo documentado por el Sistema Nacional de Salud, 21 personas sufrieron retinitis solar leve. La mayoría vio directamente el eclipse por menos de 7 minutos.

“Se puede comentar que el tiempo de exposición depende de la resistencia ocular particular de cada observador para tolerar los rayos ultravioletas”, se lee en el documento Estrategia para prevenir daños a la salud ocasionados por la observación del eclipse solar en México (1993).

Sin embargo, pese a que no se retoman en el registro oficial, la astrónoma Julieta Fierro señala que durante el eclipse del 91, nueve personas quedaron ciegas tras verlo de manera directa.

LHM  ​


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